Un inesperado ceviche
La ciudad es inmensa pero lo es más cuando sales para un lugar y resulta que está ocupado, entonces: - voy a dar una vuelta al regreso debe estar ocupado La hora no cuenta es sábado 30 de julio, los "turistas" aún no vuelven a Lima, los que quedamos en la ciudad despiertan tarde, por lo durante la mañana el tráfico es bajo cosa que agrada; ver las calles carentes de vehículos, aire puro y sin ruido, dejan caminar cómodos, y casi sin notarlo me había alejado bastante del lugar del taller en San Martin de Porres, ahora estaba por Pueblo Libre, como suelo repetir: - el auto va en piloto automático, él decide a donde voy Ingresé por la plaza La Bandera, y salí por la venida Sucre, raudo cruces la Bolívar, siguiendo en modo automático, noté que el vehículo me llevada directo al Bolivariano - No, ahí no, es muy temprano y solo no da. continué pero sin darme tiempo giré a la izquierda con destino a Queirolo, pero tampoco me convenció por la hora tan temprana, por lo que continué ha