A PABLITO ANTAURCO: EMBLEMA DE SABOR Y VALOR
Al inicio del año, noticias que duelen, la memoria no resiste y sufre, parece cierto que las almas limpias vuelan al infinito con mas rapidez. Hoy, en la soledad del camino, un recodo me detuvo, era el combustible, mientras miraba mi celular, surgió esta noticia que es luto y dolor. Partió, el amigo singular y acomedido, sencillo como los de gran corazón, valiente como los arcanos del Inca, y cariñoso como el néctar de mayo. Pablito, te veo en esta mi casita, derramando cariño con sabor, mis febreros eran himnos de amor que tus manos iluminaban mi hogar. En el campo, debajo del polvoriento Rímac, detenías cada peligro con cantos y agilidad, la roja y negra la compartimos con orgullo, sin regateos de cansancio o dolor. Nunca tuviste vallas que no superaras, enseñaste con creces que el valor es comenzar, nada se consigue con solo desear, sino que el trabajo es la fuente del saber. Como los cuculíes de Capulipata cantabas, tu voz resuena en la radio, anunciando aleg...