Un Reencuentro de Futbol y Cultura: Homenaje a Toto
Los niños corrían por las calles de Agocalle, o del barrio de Venecia en Chiquián. Entre ellos había uno menor que todos, sin embargo era el que subía y bajaba de las veredas hacia la calle manejando una Monark de mayores. Entraba con medio cuerpo para pedalear y sacaba cual mago la cabeza y las manos para conducirla. A todas luces no tenía la talla suficiente para manejar bicicletas de ese tamaño. Sin embargo el pequeño Toto, lo hacía con habilidad extraña. Pronto destacó en futbol en el barrio más pelotero de Chiquián, donde se formaron también sus amigos, de barrio, Eca, Uli, Comuno y Acucho. Conforme Chiquián se despoblaba de sus jóvenes que se venían a Lima a estudiar, Tarapacá también iba desapareciendo en la tierra natal. Así, los jóvenes residentes tarapaqueños decidieron organizarse en la capital, y hacerle rivalidad, como era natural, a su archienemigo el Cahuide, que ya tenía algunos años de organizados en Lima, y participando en campeonatos del AIB. Entonces, las primeras d