LA FÍSICA EN UN SALUDO DE INDUCCIÓN

 


 Queridas y queridos colegas, directivos, servidores y practicantes:

Permítanme empezar agradeciendo esta invitación. Para mí es un honor estar aquí, no ya como trabajador activo, porque me jubilé en febrero de este año después de 45 años de servicio, sino como alguien que sigue unido, por lazos invisibles, a esta institución que ha sido mi hogar desde 1980.

Hoy quiero hablarles no solo de lo que hice en el IPEN, sino de cómo la física —esa ciencia a la que he dedicado mi vida— puede ayudarnos a comprender también nuestro trabajo, nuestra convivencia y nuestro futuro.

El centenario de la mecánica cuántica

Este año 2025 celebramos el Centenario de la Mecánica Cuántica, la teoría que revolucionó la manera de ver la naturaleza. Fue en 1925 cuando Heisenberg formuló su mecánica matricial y luego vinieron Schrödinger, Dirac y tantos otros. Desde entonces, la cuántica nos enseñó que la realidad es más profunda, más sutil y sorprendente de lo que imaginábamos.

Y yo quiero recordarlo hoy, porque la física no se queda en las ecuaciones: también nos enseña a pensar qué somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

El átomo como institución

Un átomo tiene un núcleo en su centro y electrones que giran a su alrededor.
Imaginemos que ese átomo es nuestra institución:

·                el núcleo es la misión que nos da identidad (nuclear) y cohesión,

·                los electrones somos nosotros, los trabajadores y practicantes, moviéndonos en distintos niveles, pero siempre ligados a ese mismo centro.

Así como un átomo sin núcleo no existe, una institución sin misión se desintegra.

El entrelazamiento cuántico como lazos humanos

En la cuántica existe un fenómeno sorprendente: dos electrones que alguna vez compartieron un estado, aunque los alejemos, permanecen conectados misteriosamente. A esto lo llamamos entrelazamiento.

Así ocurre en el IPEN: aunque algunos ya nos jubilemos y otros recién ingresen, seguimos entrelazados por un lazo invisible: el compromiso con la ciencia y tecnología nuclear al servicio del Perú. Esa conexión es lo que da fuerza a nuestra comunidad.

El espacio-tiempo como influencia mutua

Einstein, en la relatividad general, nos enseñó que el espacio y el tiempo forman un tejido único que la masa y la energía pueden curvarla y dilatarla respectivamente.

En nuestra vida institucional ocurre lo mismo: cada persona, con su energía, su carácter y su compromiso, influye en el espacio y el tiempo de los demás. Nadie está exento de ello. Todos dejamos huella en quienes nos rodean. Por eso, cultivar un ambiente de respeto y colaboración es tan importante como en la física lo es mantener la estabilidad del universo.

El Hamiltoniano y el FODA

En física, para describir el estado de un electrón en el átomo usamos el Hamiltoniano, que integra las fuerzas internas y externas que está sometido. Y con ese hamiltoniano podríamos expresar su estado en un tiempo futuro.

En la institución ocurre igual: necesitamos entender cómo interactuamos dentro del IPEN y cómo nos afectan los factores externos. Hoy lo llamamos FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Y con ello postulamos el futuro de esta. Entonces la Física y la gestión usan distintos lenguajes, pero buscan lo mismo: comprender el presente para anticipar el futuro.

La simetría como principio de justicia

Las leyes de la física son válidas si cumplen con la simetría: deben funcionar aquí o allá (simetría espacial), hoy o mañana (simetría temporal). Entonces son casi eternas valen en la luna o en la tierra, hace 1000 años o ahora o 1000 años después.

En la vida institucional también necesitamos esa simetría: que las reglas y principios valgan para todos, en cualquier momento y circunstancia. La justicia y la coherencia son, en cierto modo, nuestra ley de conservación.

Un respiro poético: Versos Nucleares

Pero no todo en mi vida fueron fórmulas. También aprendí que la ciencia puede inspirar poesía. Y quiero compartirles un fragmento de un poema que escribí en 2022, titulado Versos Nucleares:

“Los físicos también somos humanos
con mi primer encuentro de E=mc²
aprendí que con el amor se pierde masa
que se convierte en la energía de unión
sea para ese explosivo momento o para toda la vida.”

Porque la ciencia y la poesía no se contradicen: ambas buscan iluminar el misterio de la existencia.

El gen egoísta y la razón altruista

La biología nos recuerda que somos portadores de un gen egoísta que busca prevalecer. Pero también nos recuerda que tenemos razón, conciencia y cultura, capaces de transformar ese egoísmo en altruismo, en cooperación, en servicio.

Ese es nuestro desafío como comunidad científica: pasar del instinto de sobrevivir al impulso de colaborar, de construir juntos, de poner la ciencia al servicio de la vida.

Cinco principios como legado

Y antes de concluir, quiero dejarles un mensaje que siempre compartí con mis alumnos, y que hoy entrego también a ustedes como brújula para su vida profesional:

1.              El conocimiento agrega valor. Cada aprendizaje los engrandece y aporta a la institución. Seamos amantes de las cimas del conocimiento universal. .

2.              Del saber al hacer. No basta conocer: hay que transformar el conocimiento en acción.

3.              De lo local a lo universal, y viceversa. Lo que aprendemos aquí debe conectarse con la ciencia global, y lo global debe ayudarnos a resolver lo local.

4.              El Perú es un país andino, amazónico y costeño. Esa diversidad cultural y geográfica nos atraviesa y debe inspirar todos nuestros actos. Buscar soluciones a nuestros problemas.

5.              A más tecnología, más ética. Porque el progreso sin valores puede deshumanizarnos, y la ciencia solo tiene sentido si está al servicio de la vida.

Si llevan estos principios en su vida profesional, no solo serán buenos trabajadores, sino también ciudadanos que honran a su país.

Conclusión

El hombre, siendo parte de la naturaleza, también puede ser explicado por sus leyes.

·                Como en el entrelazamiento, estamos unidos aunque estemos lejos.

·                Como en la relatividad, nuestra energía influye en los demás.

·                Como en la simetría, necesitamos reglas coherentes y justas.

·                Y como en la física misma, nunca debemos dejar de preguntarnos, porque allí empieza todo avance.

Quiero cerrar mi participación señalando que más allá de las matemáticas, la simetría es también la fuente de la belleza. Porque lo bello no es otra cosa que reconocer en la naturaleza un orden profundo, una armonía que se repite.

Así como Dirac buscaba ecuaciones hermosas, nosotros debemos aspirar a que nuestras acciones en la institución sean también simétricas y bellas: coherentes en el tiempo, justas en el espacio, equilibradas en las relaciones.

Que la ciencia que hacemos y el trabajo que realizamos conserven no solo energía y conocimiento, sino también humanidad.

Yo me he jubilado, pero sigo entrelazado con ustedes. Y mi mensaje final es :

trabajen con pasión, porque lo que hacemos aquí no es solo ciencia, es también belleza y futuro para el Perú.

Muchas gracias.

Lima, 12 de setiembre de 2025



Exposición de la reunión de Inducción

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