MENSAJE NAVIDEÑO
LA NAVIDAD TAMBIEN ES REFLEXION, NO SOLO ES COMPRAS La casa estaba limpia, bien arreglada, el chancho colgaba del terrado, los rellenos rojo y blanco cual serpentinas adornaban el patio, la latas de nescafé bien lavadas contenían el manjar blanco preparados con la leche de la vaquita Canelita y los esfuerzos incansables de las manos de mi madre, las tortas de maíz preparadas en el horno de don Cuni, echaban al aire su agradable aroma desde el cuarto-almacén. Estos eran algunos productos del agitado mes de diciembre, mes de la llegada de mis hermanos, que volvían de la capital luego del año escolar, un mes plagado de esfuerzos de una madre que hacía lo imposible por recibir a sus hijos con alegría, ofrecerles sus regalos preparados con todo su amor y superando cualquier esfuerzo físico. No estaba a su alcance los juguetes de las tiendas, estas requerían de dinero, mientras que lo que ella le ofrecía a sus hijos, lo había preparado durante meses, semanas, madrugadas, con caminatas, caída