A Pastorita Huaracina
Una mujer que Ancash debe admirarla:
mis recuerdos y admiración
mis recuerdos y admiración
A yer me enteré de tu muerte, sabíamos de tu enfermedad, pensamos que el tiempo inexorable no admite preferencias, peor aun para artistas del interior “del Perú profundo”, que lucharon pioneramente para hacer frente a esta Lima agresiva, y discriminatoria para el provinciano.
Tu esfuerzo fue reconocido por nosotros porque te dimos un lugar especial en el corazón del enamorado, con tus canciones lloramos las dolorosas despedidas, las ingratitudes, en el extranjero eran alabanzas al recuerdo de nuestro terruño, y motivación para continuar la brega.
Innumerables veces en el deporte de residentes en la capital te tuvimos cerca. Hoy desde Conococha el rio santa caudaloso sabedor de tu partida no quiere llevar mas penas al olvido sino acompañarte en ese viaje sin retorno.
Eres estela para el ancashino porque sin duda de alzaste a las alturas de los hijos mas grandes que tuvo.
Has pasado por nuestras vidas dejándonos tu voz que resonará en cada hogar, porque son inolvidables tus mensajes
Suspiros al aire voy dando
Lagrimas se me van cayendo,
Adios limeñito ya me voy para no volver
A las cinco de la mañana
Soñe que tu me tenías
Abrazandome decias
Mamacita no te vayas..
Ay yo soy un pobre paria,
Limosnero de un amor,
No hallo consuelo en la vida
Ni mitiga un dolor
Por su beldad divina
Me acerco a tu ventana
A ver si tu alma de virgen
Se compadece de mi
Malvacina de mi vida
Porque piensas olvidarme
Porque tratas de abandonarme
Para mi ya no hay consuelo,
Para mi ya no hay olvido
Para la mujer desgraciada
Todo pasa todo sucede
Entregar mi vida quisiera
A los filos de un cuchillo,
A ver si de esa manera
Se acaba mi existencia
Que triste había sido paisanito
Separarse de un solo nido
Jamás pensaba cholito
Separarme yo contigo
Rio Santa caudaloso
Quiero que lleves
Todas mis penas al olvido
Todos me dicen todos me cuentan
Que eres santa
De que te vale, de que te sirve
Que eres santa
Si tus corrientes son traicioneras
Rio Santa
Quisiera olvidarte pero no he podido
Este amor maldito rendida me tiene
Quisiera morirme para no olvidarte
Luego sepultarme dentro de tu pecho.
Agustin Zuñiga Gamarra
Lima, 27 de mayo de 2001
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