INTEGRACIÓN DE RESIDENTES: LA FIESTA DE SAN FRANCISCO DE CHIQUIÁN (Homenaje a Iván Robles Moreno)
NOTA:
Esta nota la vuelvo a presentar, en homenaje a mi amigo,
tarapaqueño e ingeniero, IVAN ROBLES ROMERO, quien se encuentra postrado de
salud, pero debe saber que lo recordamos siempre, sea por su afán de ver a las
instituciones que aglutinan a los residentes de Chiquián en Lima,
fuertes, y preocupadas por los grandes problemas de nuestra patria chica
(Chiquián) y grande (Perú y la Tierra), como también por su presencia en todos
los eventos que nuestra cultura chiquiana, nos convoca. En este caso, recuerdo
lo que escribí, el año 2000, luego de asistir a la Fiesta de San Francisco
realizada por la Asociación Chiquián del cual es fundador, yo venía del
extranjero. Hoy, esta Asociación, se ha consolidado en ser una de las más
representativas, de los chiquianos, y en particular ha convertido a la fiesta
del patrono San Francisco, en una de las mejores de Ancash, del cual también yo
fui Capitán el año 2005.
Llegó a la casa una invitación pulcra,
al estilo de una boda, será algún paisano que se nos casa, fue la primera
impresión. La sorpresa fue mayor cuando al descubrir el sobre, se trataba de la
programación de la fiesta en honor a San Francisco de Asís de Chiquián, patrono
del mismo, con sus funcionarios:
Capitán: Ing. Iván Robles Moreno,
Abanderado: Sr. Francisco Durand Espejo,
Acompañantes: Roberto Aldave Palacios e Ing.
Sergio Claver Gutiérrez.
Mis recuerdos, respecto a las fiestas
patronales, se remontan a las de la fiesta de Santa Rosa de Chiquián,
organizada por el Club Chiquián, con invitaciones más simples, del tipo
trifolio. La segunda sorpresa fue precisamente que la institución organizadora
es la Asociación Chiquián, hoy presidida por el Sr. Juan Lara. Una nueva
institución que agrupa a muchos residentes chiquianos.
Asistimos a dicha fiesta la noche del
día viernes, en la secuencia denominada la Salva. Los vehículos aparcados al
frente de una larga pared indicaban que habíamos llegado al lugar, se trataba
de un complejo deportivo en el barrio Santa Luisa del cono norte. Los invitados
bajo gruesas casacas llegaban al recinto, venían dispuestos a cumplir con el
programa anunciado desde 7.0 pm a 4.0 am.
En una capilla sencilla se iniciaba la
misa en homenaje al patrón, lo dirigía un padre que había pasado por la
parroquia de Chiquián, por lo que conocía las costumbres, propiciando espacios
para que las pallas entonaran sus alabanzas, y adoración de las orquestas de
cuerda contratadas por los funcionarios, fue una bella ceremonia, cantada, por
un coro improvisado de jóvenes chiquianas que conocían al padre. Luego la
imagen del patrono fue sacado en procesión al son de la banda de músicos, Santa
Cecilia de Cátac, posteriormente también se integraría la banda San Salvador de
Congas.
Las avellanas iluminaban el cielo para
abrir paso a la imagen, y devolver los recuerdos de la tierra querida. La
niñez, la adolescencia muy rápidamente pasaron como un libro abierto. Cómo no,
si eran las mismas canciones, la misma imagen, y los mismos amigos a los que
habíamos dejado de ver mucho tiempo, no faltaba nada. Frente a ese torrente de
recuerdos, el espíritu de amistad y colaboración es superior a cualquier
diferencia política, económica o social que hubiera. Hablamos de nuestros
viejos maestros, de los amigos que están en el extranjero, de los finados
recientes, de nuestros equipos de fútbol, Cahuide - Corazón, Tarapacá -
Campeón, Alianza – Pasión, de las necesidades de nuestra tierra, del alcalde,
de los problemas y también de las posibles soluciones.
Las bandas acompañaban a cada
funcionario en su esquina concedida, los invitados circulamos por cada una de
ellas, ora para comer ora para beber el chinguirito, y saludar al funcionario.
El mayor pago es visitar su esquina. El tiempo no se apiada del momento tan
especial, y fácil se llega a las horas del amanecer, el horario previsto había
sido superado.
Que noche para larga fue ayer, me
consuelan los recuerdos, que ayudan a mitigar la jaqueca, que se resiste a
vencer, mientras escribo esta página.
Seguro que todos los distritos de
nuestra provincia tienen similares fiestas. En cada una de ellas es admirable
el esfuerzo que hacen las instituciones que promueven estos eventos. No tienen
el espíritu comercial, ellos saben que en estos ambientes es donde, todavía se
vive la tierra misma, pretenden que las costumbres de nuestra cultura, sean
eternas, o sentidas por los hijos que aún no conocen “la tierra” .La
Estandarte, el Mayordomo, en general los funcionarios, no son gente de dinero,
les sobra emoción y cariño a su pueblo, para hacerse responsables de preparar
un buen caldo, el aromático chinguirito, y dar cobijo a sus paisanos ávidos del
reencuentro.
A falta de espacios donde compartir
recuerdos, ideas, problemas, soluciones que la sociedad limeña le niega a los
provincianos, estas fiestas patronales cumplen un papel de integración loable.
El provinciano sabe cómo integrar a su gente, años de postergación en los
medios de comunicación social capitalinos, han creado sus maneras de comunicarse,
ahí tenemos la música, los terrenos comprados por instituciones distritales,
los programas de radio y otros, falta todavía un medio de prensa escrita.
Por esta razón queremos reconocer y
destacar el esfuerzo que realizan las diversas instituciones representativas de
los distritos que merecen todo el apoyo, es difícil vencer la segregación que
la capital siempre ha hecho con los departamentos (provincias). Un centralismo
que va camino a la derrota no por deseos de las autoridades, secularmente capitalinas,
sino por el provinciano que no se resiste a continuar siendo el convidado de
piedra en un país cuyas riquezas materiales y humanas mayoritariamente les
pertenece.
La Pluma del Viento
Lima, 08 de Octubre del 2000
(Presentado en radio en el Zaguán de
Oropuquio, el día de hoy domingo, 28-9-2014)
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Felipe y familia