EL ESCRITOR Y LA ASOCIACIÓN
Con las mismas ansias por un vaso de agua helada, luego de un partido de futbol en la playa, salió hacia su auto y se dirigió por la inmensa vía, de fuego, de la panamericana rumbo a su punto de apoyo.
Había transcurrido mas de 20 horas y todavía crujía en su mente la pregunta "¿Eres escritor?" Cosa que había surgido en el debate que precedió a la fundación de la Asociación de Escritores Bolognesinos (AEB). No obstante, lo pomposo o importante que fue crear esta organización, aún le golpeaba la sien la duda existencial de escritor.
En la reunión desde una de las sillas se elevó la voz ¿Pero qué es un escritor? ¿Alguien puede establecer con precisión, de cirujano, sus características? Claro, se escuchó decir, "aquel que ha publicado obras relacionadas con la literatura: cuentos, novelas, poesías; tal es el caso de Vargas Llosa o García Márquez o José María Arguedas o César Vallejo; y para mayor aclaración pregunto: acaso esta denominación se le hace a Fernando Belaunde, Eduardo de Habich, Santiago Antúnez de Mayolo, o incluso Víctor Haya de la Torre" Entonces, se comprendió que la denominación de escritor va con el tipo de escritura. Y continuó con más confianza, "A alguien que ha escrito 100 artículos de relatividad, o de economía, o de antropología no se le denomina escritor". Cuando finalizó, la sentencia analítica y cierta pareció contundente y definitoria. Por tanto la denominación de AEB debería modificarse.
Estaba a punto de sucumbir la naciente organización. Sin embargo, desde otra silla brotó el arco iris tranquilizador en la voz de uno de los auquilitos presentes. "Si no creamos esta organización simplemente se diluirá como una de las tantas buenas intenciones. Así, si algunos aún no tienen los textos en "modo escritor", pero si saben escribir, les servirá de reto virar hacia el estilo literario, aquellos textos basados en su especialidad. Así ganamos todos".
¡Claro que sí! fue la respuesta en coro de los presentes.
Lo práctico superó a lo analítico, y permitió el nacimiento de esta desafiadora organización AEB.
Ahora, focalizaremos nuestras ondillas hacia lo literario; deseos y contenido nos sobran. El primer desafío será -dijo la única voz femenina- El Plan Lector. Muy de acuerdo respondió, para sí, el menos escritor: ajá, allí aparecerán huellas de literatura científica ¿Lo leerán, lo comprenderán? los hechos lo dirán.
Tras unos buenos cafés y mejores sánguches de chicharrón y jamón finalizó la tarde en el Club Ancash.
¡Bienvenida la nueva organización de plumíferos! (Espero no haber adjetivado negativamente, disculpen .. escritores)
La Pluma del Viento
Lima, 23 de febrero de 2024
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