LA NAVIDAD PROMUEVE LA COLABORACIÓN - FELIZ NAVIDAD NIÑOS BOLOGNESINOS –30 ANIVERSARIO DEL PROGRAMA POR LAS RUTAS DE CHIQUIÁN Y LA PROVINCIA DE BOLOGNESI
Cuando vienen los
tiempos de navidad, reaparecen en mi mente nuestra niñez, de los años 60s en Chiquián, vuelven las tiendas del jirón principal, Comercio, plagados de adornos navideños, ahí estaban los Bizetti,
Abundio, Machuca, Alvarado, desde sus puertas y escaparates destacaban los
mejores regalos.
Mientras eso sucedía afuera en las calles, en mi casa, en alguna esquina de la sala, o el comedor, estaban bien
adornados los nacimientos, de pasto natural o artificial, en el medio, en la
posición central, destacaba la cuna del niño, acompañado de sus padres y reyes
magos.
No se sentía frío, todo
era calidez, desde el tocadiscos, se oían
los villancicos cantados por los niños del
colegio San José de Piura, los Toribianitos de Lima, o los Niños Cantores de
Viena, eran los discos traídos por nuestros hermanos que estudiaban en Lima,
era un ambiente de sublime alegría.
Nosotros con 5 o 6
añitos, habíamos estado pensando y mirando, qué regalos le pediríamos a “Papá
Noel”. Finalmente, en la noche buena, le escribíamos una cartita antes de
dormir y los depositábamos debajo de las imágenes de los santos en el pequeño santuario que teníamos en casa.
Al día siguiente, 25,
salíamos desde la mañana a la puerta, a la calle, para jugar con los
regalos recibidos junto a nuestros amiguitos de la cuadra.
Mi madre, muy
trabajadora, se había esforzado todo el año, para que esta fecha, el chancho
esté colgado en el terrado, para hacer los chicharrones, rellenos, gash-gash,
manteca, también había amasado panes, en la panadería de don Cuni, y por su
puesto las latas de manjar blanco, con la leche de sus vaquitas, estaban
listas, para que sus hijos estudiantes en Lima, se sientan contentos cuando
vengan de vacaciones.
Es decir que, en mi
niñez en navidad en Chiquián, nunca me percaté, qué les ocurriría a los niñitos
que no recibían algún regalito, ni tendrían el desayuno de chocolate y panes.
Ahora, pasado los años,
y viendo el esfuerzo que hace Víctor Tadeo, trato de imaginar, lo que habría
sentido el niñito que no recibía su regalito de navidad, seguro que, también ellos habían observado los regalos en aquellas
grandes tiendas grandes o en la menores que se situaban alrededor del mercado de
abastos. Y, seguro que, cuando llegaba la mañana del 25, ellos desde alguna
distancia, miraban cómo estos niños sí
tenían regalos que él también los deseaba con fuerza.
Habría sentido
frustración, dolor, y tal vez cólera hacia sus padres que no le
compraron, o cierta incomodidad hacia los niños que sí los tenían. Ellos no entenderían qué
significaba los salarios, el no poder comprarlos. Su lamento interno habría sido grande.
Entonces, ahora que veo
el esfuerzo de Víctor y su equipo de
colaboradores, que llevarán juguetes, chocolate, panetones, a algunos distritos
alejados de la capital Chiquián, provocará en ellos, alegría, sonrisas, gritos, algarabía, característicos de la navidad, y sus padres se
sentirán agradecidos, por darles a sus hijitos la sonrisa navideña.
Ahora sus niños
construirán con su mente y manos, los ambientes soñados, junto con sus
carritos, muñequitas, platitos, aviones, héroes fantásticos, con ellos subirán
las pircas, cocinarán con las plantitas naturales, en los comedorcitos, que
montarán en sus chacras de mishay, pariantana, cucuna, ninán, cochapata, yumpe,
colca, mientras acompañen a sus padres, en las chacmeadas, cuspadas, sembríos, u ordeños. La felicidad
que les provocará ese pequeño regalo, será inmenso, sus frustraciones,
postergaciones, cólera disminuirán y
sobre todo recordarán cuando mayores que se puede ser solidario, y tratarán de repetirlos.
Porque ese es el ciclo de la vida, los niños alegres hoy, serán adultos
colaboradores mañana.
Claro, la cantidad de
regalos que lleve Víctor, no abastecerán a todos, pero llevará las
contribuciones de aquellos que desearon que nuestros niños de algún distrito de nuestra provincia, no tengan
dolor en ese hermoso día la de navidad por falta de un juguete, pequeño o
grande.
Como dice Víctor, con
solo hacer llegar un sol, será suficiente, pues lo que importa es la
colaboración. Basta llamar al teléfono al 975556447 o llevar algo a la
dirección de Las Palmeras 5550. Desde allí, el día 20 saldrá en caravana a algún
distrito de la provincia de Bolognesi, para volver a ser niño en esta navidad.
Buen trabajo Víctor, don
Alicho y Pablito. Lo que vale es el esfuerzo que le dedican, en llevar alegría
para nuestros niños y ancianos, sin ningún interés, y por ello la comunidad de
residentes bolognesinos, apoyarán la actividad de hoy, domingo 29-11, 30 ANIVERSARIO
DEL PROGRAMA POR LAS RUTAS DE CHIQUIÁN Y LA PROVINCIA DE BOLOGNESI, cuyo
propósito es obtener fondos pro - navidad 2015, en el Club Huasta. Y, un saludo
especial, de reencuentro con sus oyentes al Profesor don Alicho.
La Pluma del Viento
Lima, 29 de noviembre de 2015
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