DEL SISMO A LA CULTURA DE LA PREVENCIÓN
El día de hoy considerando que
durante la semana que se inicia mañana incluye al 31 de mayo, nos obliga a
recordar lo sucedido en el sismo de 1970. Sin embargo esta vez quiero hacerlo
de un modo distinto, para ello comenzaremos hablando sobre la cultura de la
improvisación. Luego señalaremos las características de la prevención, y
terminaremos, proponiendo algunas enseñanzas orientados a alcanzar la cultura
de la prevención.
La cultura de la improvisación
Cuando hablamos de cultura, lo entendemos como el comportamiento que de manera espontánea, natural, los seres humanos hacemos frente a algunos hechos. Como por ejemplo la forma cómo reaccionamos frente a un sismo.
Está estudiado y lo hemos dicho en este espacio, que gran parte de nuestras actividades rutinarias o cotidianas (85%), lo hacemos casi de manera subconsciente y solo el 15% lo hacemos previo análisis o razonamiento. Ese 85 refleja ese comportamiento espontáneo y constituye parte de la cultura, y si se puede construir y formar.
Así cuando ocurren estos sismos, salimos como sea, gritamos, corremos, etc. Pero también, solemos correlacionar a los sismos con alguna estación anual, o mes, tal como decimos “octubre mes de los temblores”, o obscurecimiento, o tarde soleada, en fin, se suelen levantar una serie de mitos cuyos significados son contrarios a la verdad científica. Y, es la ciencia con sus avances desaparecen estos mitos. Como es el caso que Perú, está en una zona sísmica, debido a que estamos sobre placas donde las de Nazca se mueven y colisionan con la placa sudamericana, y en esa colisión se acumulan energías que cuando se liberan inesperadamente se producen los sismos.
Lo contrario a la prevención es la improvisación, es el pensamiento donde prevalece la urgencia, nada se planifica, no se detienen a pensar a mediano ni a largo plazo. Todo se improvisa, los congresistas, los alcaldes, incluso los presidentes, ahora mismo tenemos un presidente improvisado. Esta es la cultura vigente en nuestro país, y con los medios de difusión, transmitiendo solo eso, lo que hacemos es perennizar esa cultura.
La cultura de la prevención
Lo primero por hacer es reconocer que estos eventos aleatorios son de imposible predicción, por lo que solo queda PREVENIR, esto es, establecer comportamientos para disminuir las consecuencias de los sucesos inesperados.
También, tenemos que reconocer que la cultura de prevención no solo es para enfrentar los sismos, también lo necesitamos para la salud, pues no estamos acostumbrados a los exámenes preventivos anuales, menos a acudir al especialista cuando sentimos pequeñas señales del cuerpo. También la prevención nos sirve para la educación, dado que si no se estudia en la niñez y juventud no estaremos previniendo la falta de trabajo o dificultades de oportunidades diversas.
También, la cultura de la prevención la necesitamos para el trabajo, pues en él las personas siendo el sustento de cualquier producción, requieren de comportamientos que faciliten su efectividad. En ese sentido Japón ha implantado la cultura la calidad que le ha permitido superar a los Estados Unidos, en la producción de vehículos. Entre ellas está la herramienta sencilla de las 5S, que consiste de 5 pasos: Seiri (clasificar y eliminar), consiste en identificar y separar los materiales necesarios de los innecesarios, en desprenderse de éstos últimos, eliminar espacios inútiles; Seiton (ordenar), consiste en establecer el modo en que deben ubicarse e identificarse los materiales necesarios, organizar el espacio de trabajo; Siso (limpiar), consiste en identificar y eliminar las fuentes de suciedad; Seiketsu (estandarizar), consiste en distinguir fácilmente una situación normal, establecer procedimientos; Shitsuke (disciplina y hábito), consiste en trabajar permanentemente de acuerdo a las normas establecidas y fomentar el esfuerzo.
Construyendo la cultura de la prevención
Considerando que la cultura es una cuestión de mediano y largo plazo, en el caso de sismos no basta con los simulacros que muchas veces son para la foto. Al día siguiente se olvidaron todo y se vuelve al comportamiento de siempre. Por tanto, la tarea es con la niñez y juventud, mediante la educación, así los directamente comprometidos tienen que ser los docentes, y los padres de familia. Esto exige de mucha creatividad, a fin de aplicar desde niños las 5S, desde ordenando los juguetes en las casas, y llevando fotos en las aulas, el antes y el después, y premiando a las mejores prácticas. Otro ejercicio muy útil, es aplicar las 5S en nuestros hogares junto a los niños. Los actos valen mas que las palabras. Entonces a trabajar juntos en lugar de mandar y mandar, cada vez con el tono de voz más elevado.
Por ello en ese recuerdo, de la perdida de nuestros amigos, el sismo nos tiene que llevar a forjar esa cultura de la prevención, solo así podremos mirar, con cierta tranquilidad el futuro que nos espera, el cual debe ser de mayor educación , de mejor salud, más trabajo y sobre todo de hermandad y amistad entre todos los que compartimos el hogar, el trabajo y nuestro pueblo.
La cultura de la improvisación
Cuando hablamos de cultura, lo entendemos como el comportamiento que de manera espontánea, natural, los seres humanos hacemos frente a algunos hechos. Como por ejemplo la forma cómo reaccionamos frente a un sismo.
Está estudiado y lo hemos dicho en este espacio, que gran parte de nuestras actividades rutinarias o cotidianas (85%), lo hacemos casi de manera subconsciente y solo el 15% lo hacemos previo análisis o razonamiento. Ese 85 refleja ese comportamiento espontáneo y constituye parte de la cultura, y si se puede construir y formar.
Así cuando ocurren estos sismos, salimos como sea, gritamos, corremos, etc. Pero también, solemos correlacionar a los sismos con alguna estación anual, o mes, tal como decimos “octubre mes de los temblores”, o obscurecimiento, o tarde soleada, en fin, se suelen levantar una serie de mitos cuyos significados son contrarios a la verdad científica. Y, es la ciencia con sus avances desaparecen estos mitos. Como es el caso que Perú, está en una zona sísmica, debido a que estamos sobre placas donde las de Nazca se mueven y colisionan con la placa sudamericana, y en esa colisión se acumulan energías que cuando se liberan inesperadamente se producen los sismos.
Lo contrario a la prevención es la improvisación, es el pensamiento donde prevalece la urgencia, nada se planifica, no se detienen a pensar a mediano ni a largo plazo. Todo se improvisa, los congresistas, los alcaldes, incluso los presidentes, ahora mismo tenemos un presidente improvisado. Esta es la cultura vigente en nuestro país, y con los medios de difusión, transmitiendo solo eso, lo que hacemos es perennizar esa cultura.
La cultura de la prevención
Lo primero por hacer es reconocer que estos eventos aleatorios son de imposible predicción, por lo que solo queda PREVENIR, esto es, establecer comportamientos para disminuir las consecuencias de los sucesos inesperados.
También, tenemos que reconocer que la cultura de prevención no solo es para enfrentar los sismos, también lo necesitamos para la salud, pues no estamos acostumbrados a los exámenes preventivos anuales, menos a acudir al especialista cuando sentimos pequeñas señales del cuerpo. También la prevención nos sirve para la educación, dado que si no se estudia en la niñez y juventud no estaremos previniendo la falta de trabajo o dificultades de oportunidades diversas.
También, la cultura de la prevención la necesitamos para el trabajo, pues en él las personas siendo el sustento de cualquier producción, requieren de comportamientos que faciliten su efectividad. En ese sentido Japón ha implantado la cultura la calidad que le ha permitido superar a los Estados Unidos, en la producción de vehículos. Entre ellas está la herramienta sencilla de las 5S, que consiste de 5 pasos: Seiri (clasificar y eliminar), consiste en identificar y separar los materiales necesarios de los innecesarios, en desprenderse de éstos últimos, eliminar espacios inútiles; Seiton (ordenar), consiste en establecer el modo en que deben ubicarse e identificarse los materiales necesarios, organizar el espacio de trabajo; Siso (limpiar), consiste en identificar y eliminar las fuentes de suciedad; Seiketsu (estandarizar), consiste en distinguir fácilmente una situación normal, establecer procedimientos; Shitsuke (disciplina y hábito), consiste en trabajar permanentemente de acuerdo a las normas establecidas y fomentar el esfuerzo.
Construyendo la cultura de la prevención
Considerando que la cultura es una cuestión de mediano y largo plazo, en el caso de sismos no basta con los simulacros que muchas veces son para la foto. Al día siguiente se olvidaron todo y se vuelve al comportamiento de siempre. Por tanto, la tarea es con la niñez y juventud, mediante la educación, así los directamente comprometidos tienen que ser los docentes, y los padres de familia. Esto exige de mucha creatividad, a fin de aplicar desde niños las 5S, desde ordenando los juguetes en las casas, y llevando fotos en las aulas, el antes y el después, y premiando a las mejores prácticas. Otro ejercicio muy útil, es aplicar las 5S en nuestros hogares junto a los niños. Los actos valen mas que las palabras. Entonces a trabajar juntos en lugar de mandar y mandar, cada vez con el tono de voz más elevado.
Por ello en ese recuerdo, de la perdida de nuestros amigos, el sismo nos tiene que llevar a forjar esa cultura de la prevención, solo así podremos mirar, con cierta tranquilidad el futuro que nos espera, el cual debe ser de mayor educación , de mejor salud, más trabajo y sobre todo de hermandad y amistad entre todos los que compartimos el hogar, el trabajo y nuestro pueblo.
Perú está en el cinturón de fuego, donde han ocurrido el 90% de todos los sismos del mundo.
(un resumen de lo expuesto en el programa radial El Zaguán de Oro Puquio, hoy, 27 de mayo de 2018)
La Pluma del Viento
Lima, 27 de mayo de 2018
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