Residente Chiquiano Soy: La Fiesta de Santa Rosa



Por Agustin Zúñiga

Como residente chiquiano en Lima, permítanme compartir con ustedes el significado de estar lejos del lugar donde se nació y vivió y ahora residir en la capital de la república. Antes, debo felicitar y reconocer que, a pesar de las circunstancias que atraviesan el país y el mundo, hay chiquianos, o descendientes de chiquianos, o amigos de Chiquián, que haciendo esfuerzos y sacrificios, deciden asumir las responsabilidades de ser funcionarios[1] de la gran fiesta patronal de Santa Rosa. ¡Felicitaciones a todos ellos!!.


Muchos hemos caminado con dolor, el sendero del desarraigo, el dejar tras nuestros pasos, nuestra hermosa casita de cocina tibia y humeante, nuestro pueblo y sus calles, hermosos nevados, prodigas chacras, vaquitas lecheras, abundantes cosechas, la añorada escuelita, alegres bailes, espléndidas corridas de toros, coloridas yunzas, románticas serenatas, amigos y familiares. Ese dolor comenzaba a corroernos drásticamente los días antes de la partida, pero se hacía más fuerte, con el último adiós que le dábamos desde la curva de Caranca[2]. Sabíamos que en adelante los pichuichancas[3], no nos despertarían con sus trinos dulces y juguetones, ni la leche caliente de la vaquita o el delicioso pari[4] acompañarían nuestro desayuno.


Ahora la fría capital de cemento, se desentendería de uno, nos exigirá puntualidad, disciplina, sacrifico, a cambio, nos proporcionaría trabajo, oportunidad de estudio, pero también exclusión. Tendríamos que luchar cada centímetro cuadrado de terreno junto con los inmigrantes de las otras regiones del Perú, pues, ellos al igual que nosotros, también se sentían abrumados por la nostalgia, el ajetreo, el olvido y la incomodidad del cuarto arrendado, garaje prestado o arenal invadido. En consecuencia solo nos quedaría tiempo, durante las madrugadas o las noches, para escuchar algún huayno en radio el sol con Pizarro Cerrón o el programa Perú Imperial de Gregorio Gamarra Genebroso[5] en radio Pacífico.


Así, pasarían los días, los meses, pero las imágenes de nuestra tierra no se borrarían, por el contrario crecerían y se haría más fuerte su ausencia, por ello urgía reencontrarse con ella, con su cultura, con su esencia, con los símbolos que le devolvieran su sentido de pertenencia a su patria chica y al Perú profundo. La Capital era excluyente, orgullosa, nunca pareció cariñosa, era muy distinta al lugar donde nacieron.


Por eso, el mes de agosto era fecha esperada, las vacaciones, los permisos estaban bajo control, todo programado, para el día del embarque, y volver a juntarse con su Espejito de Cielo[6]. Pronto admiraríamos desde el mirador Shincush[7] 1, al esbelto e imponente Yerupajá[8] con su corte el Huayhuash, desde ahí comenzaría a curar su nostalgia. Ahora podría mirar de cerca su cielo azul, casi acariciaría con sus manos las estrellas. Y, en una de sus esquinas tal vez en Penco[9] o en el Rincón del Recuerdo[10], se deleitarán con legendarios huaynos en las guitarras Racrish y Huaico[11], en el violín de Eleodoro[12], Alicho[13] en el arpa y en las voces Bellota, Oshva o Nieves[14]. Y, beberíamos alborozados el caluroso y aromático Chinguirito[15], sellándose en abrazos fraternos y sinceros con los amigos, la amistad de siempre, desde la infancia hasta la muerte.




Luego de cantar añejos y nuevos huaynos y contarse anécdotas de los tiempos ausentes. Saldríamos con poncho abano, sombrero y bufanda blanca, al recorrido de la fiesta patronal, desde el 28 (agosto) la Salva, visitando a todos los funcionarios, con banda y mas chinguirito, bailar huaynos al compas de la bandas de don Florentino, Facundo, Llipa, Huanri o Mangas[16] tocando Cerrito de Huayalpampa, Aguas de Husgor, Tarapaqueño Soy o Cahuide Campeón[17]. Luego estaríamos en la Víspera del 29 en el día del Estandarte, el 30 y 31 en las casas de los Mayordomos, el 1 el día del Capitán y la Entrada imperdible, luego nos arriesgaríamos al toreo en las corridas del 1, 2 y 3 de Setiembre. Finalmente cerraríamos nuestra semana de visita a nuestra tierra en la casa del futuro Capitán o Capitana, el que se encargará el siguiente año, para darle sabor y color a nuestra inigualable fiesta de Santa Rosa de Lima en Chiquián. Y, nosotros por su puesto volveremos a encontrarnos con todos los amigos que dejamos, porque nuestros sentimientos no están completos sin visitarte en la fiesta de agosto tierra amada.


Lima, 05 de agosto de 2010


[1] En esta oportunidad (2010) se tiene como Capitán, a la ingeniero doña, Rocío Rios, que en su calidad de mujer es la primera vez que esto sucede, los anteriores fueron varones.
[2] Última curva desde donde se puede ver a plenitud la ciudad de Chiquián.
[3] Ave pequeña muy cantarina oriunda de Chiquián, inclusive el nombre de ésta ciudad se debería al canto que ella hace.
[4] Sopa de papa, leche, queso, huevos, y yerbas aromáticas que le dan su color verde.
[5] Comunicador social de mayor antigüedad de Chiquián, pionero de los programas, promotores del folclore. También es cantautor de hermosas canciones.
[6] Denominación reconocida a Chiquián. Cuya autoría se le asigna a don Roberto Aldave.
[7] Curva en el descenso de Conococha, a unos 8 kilómetros de Chiquián, desde el cual se ve por primera vez en extenso al Yerupajá y la cordillera del Huayhuash.
[8] Es el pico más elevado de la cordillera del Huayhuash, 6632 msnm. Es el segundo más elevado del Perú.
[9] Reconocida tienda del jirón dos de mayo, donde se reunían los amigos para beber los deliciosos Chinguiritos.
[10] Casa antigua convertida en apacible restaurante de la familia Márquez, del jirón Comercio.
[11] Recordados y eximios ejecutores de guitarra, aun fallecidos siguen vivos en la memoria de los chiquianos.
[12] Eleodoro Gamarra, profesor de prestigio y ejecutor insuperable del violín.
[13] Alejandro Aldave, profesor, comunicador social y gran ejecutor del arpa.
[14] Bellota, Osvaldo Vicuña y Nieves Alvarado, son exponentes de las mejores voces de Chiquián.
[15] Trago caliente hecho en base a ron y plantas aromáticas del lugar.
[16] Nombre de las mejores bandas que han dejado huellas en Chiquián.
[17] Huaynos característicos con sabor a Chiquián.




Palabras del suscrito en la reunión del Congreso de la República por el Lanzamiento de la Fiesta de Santa Rosa 2010. Realizada el 05 de Agosto de 2010, en el Auditorio Raul Porras Barrenechea. Luego de saborear el rico jacalocro, panes, quesos chiquianos y vino de Ticllos, bailamos recordados huaynos con la afamada banda de Mangas, en el patio del Congreso.

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