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Mostrando entradas de abril, 2022

Tiempo de semana santa: esperanza

La mañana viene con un saludo otoñal, el aire fresco, invita a permanecer en cama, es un día dominical. Pareciera un día de descanso, de esperanza, y paz; sin embargo, de inmediato como si aterrizáramos, nuestra mente  nos lleva al sinsabor: a la realidad, que nos dice "el Perú se está destruyendo"; entonces te levantas, y cambió tu inicial espíritu de vida por otro de pesadumbre, dudas, y  hasta rencor contra aquel, o aquellos que consideras como los responsables principales de esta permanente y cada vez peor situación del país, me refiero al presidente PC, gabinete y congreso. Si es domingo de ramos y semana santa (SS), todas estas dudas, pasan a segundo plano, si pensamos en el valor de esta semana como lo hacen los católicos y cristianos; si hay dolor en nosotros por lo que estamos pasando (dolor material), debe haber sido mil veces mayor el dolor que soportaron Jesús, su madre y seguidores, en el viacrucis. Esa confrontación de dolores, también nos sirve para reponernos

Sendero buscado

En este sendero del destino no hay recuerdo que no vuelva no hay queja que no se detenga. Esta vía enseña a mirar alegrías a gozar de tu presencia a amar la vida. Estás ahí presente esperando mi abrazo. añorando mi voz por eso vengo a tí. No me riñes me comprendes me calman tus consejos me das vida. En este trecho mis obras vuelven a mi mi fortaleza crece mi vida parece eterna. En este lugar del destino me encuentro a tu lado conversamos y miramos ultus como antes en Oropuquio. La Pluma del Viento Lima, 9 de abril de 2022

El fin te llegó

Aquí están mis pesares aquello que ‎estremece‎ y duele. Mañana esplendorosa  pero encadenada a la duda. Aire, luz, sol me inundan no basta estamos atrapados. Dirigidos por incapaces que nos llevan al abismo. Improvisados por doquier amantes de la apariencia. Las calles se tiñen de sangre, humo y guerra comemos. Si no saben retírense. Llévense su poder  a sus mendaces cienes.  Dejen que los microbios vivamos de la naturaleza. Dejen que mis gusanos se alimenten en paz. Por mis albedríos  los  oropeles sobran. Mis adobes y grillos detestan la apariencia. Prefiero la libertad de mis números y letras. Cholo soy, no me jodas. Mi dolor, mi ira se agigantan si el hambre toca mis hijos. No hay caballos, ni galones que detengan mi justicia. El tiempo se te acabó no más engaños no más balbuceos. Cholo soy incaico soy no me rindo. La Pluma del Viento Lima, 9 de abril de 2022