No puedo recordarte mi Perú, en este tu aniversario, solo lo pernicioso o lo desagradable, que pueden haber en tu suelo, por culpa de los que te habitamos. Quiero por el contrario admirarte lo bello, lo heroico, lo emulador, que dispones a raudales en tus entrañas, en tus mares, en tus selva, y en tu gente. Hoy me tocará pasar tu aniversario, desde la cama, pero aun con la salud resquebrajada, no te guardaría rencor alguno, porque lo último que se puede perder, es amor a la patria chica y grande que nos vio nacer. En nuestro caso Chiquián, Bolognesi, Ancash, Perú. Viví en el extranjero algunos años, y sé que allá se puede decir que hay más comodidades, pero, a pesar de eso nunca dejé de pensar en ti. Pasé cada minuto buscando como mejorarte, si no traje dinero o material tangible, si traje conocimiento el intangible de valor impredecible, con el fin de compartir con los jóvenes estudiantes universitarios, para que ellos fueran mejores, porque si ellos son mejores, m...