Estas notas las escribí (en Facebook de ahí los he copiado) cuando se jugó el partido con Colombia en Lima. Había llegado con la emoción y los nervios de punta, me apertreché con lo necesario, y como lo dije en el envío anterior, debía escribir para disminuir esa tensión. El juego me pareció el típico de aquellos que se sienten inseguros de ganar, de parte de Colombia, y como el objetivo era clasificar el empata les bastaba, entonces jugaron a lo del equipo chico de visitante, que se guarece con todo y espera el contrataque. Y, casi, le dio resultado pues el gol que se encontraron fue de suerte. Entonces, la cuesta era brava, perdíamos sin ser menos. Allí, cuando parecía que venía la desesperación, Gareca, metió a los petisos como Reyna y Ruidiaz, y la cosa cambió, eran mucho más difícil pararlos, no los encontraban y creo luego del gol de Paolo, que también fue con ayuda azarosa del arquero, (pero el hecho de levantar la bola y ponerla cerca al palo, era un merito difícil, p...