UN NUEVO AÑO: A SOBREVIVIR



A

un no me recupero de lo distinto que ha sido este fin de año y el inicio del nuevo. Hasta hace un año estos días eran de fiesta, de compartir y de alegría. Esta vez para la mayoría ha sido una mezcla de tristeza, soledad y para muy pocos fue de mucha alegría. Se nota que eso no dependió de cuánto dinero disponías sino de cuán golpeado en la salud fuiste o cuán poco consiente eres de la crisis actual y de lo que vendrá. En nuestro espacio de la radio de diez minutos poco se puede decir de la situación que pasamos, asumimos que eso puede ser conocido por las instancias responsables de la lucha contra la pandemia.  Por ello solo exponemos ideas generales.


Mi punto de apoyo

En este primer domingo de enero, deberíamos ubicarnos algunos minutos u horas en nuestro "punto de apoyo" (desde el cual podemos mover el mundo), para mirar desde el infinito de nuestras convicciones hasta el confín del universo, nadie será capaz de detenernos ni oponerse, somos dueños del examen de nuestras ideas. Entonces el viaje  nos llevará al origen de este año, que está ligado a lo que nos dejó el anterior: enjambres de nubes negras, lamentosos cánticos, cargadores enlutados con guantes blancos y músicas fúnebres. Desde esas cavernas dantescas, infernales, estamos emergiendo; hemos superado gran parte del tormento, aún seguimos heridos, pero no doblegados. Sentimos que el aire es favorable a nuestra barca, sigamos remando. El año comienza y seguro que ya hemos pasado lo peor. El guía de nuestra nave está aquí, en nuestro interior, permanece en nosotros, no puede fallarnos; hemos aprendido de todos los caídos: padres, hermanos y amigos; ellos hubieran seguido remando con fuerza, superando temporales rugientes; por tanto,  desfallecer imposible: vamos adelante.


¿Las elecciones?

En el presente año, tenemos grandes hitos que marcarán nuestro rumbo, del presente y de los siguientes años: el 11 de abril (las elecciones generales) y el 28 de julio 200 años de independencia del Perú (bicentenario). 

Son hechos muy destacados, del primero dependemos nuevamente a plenitud (surgirán el ejecutivo y el legislativo).  Recordemos cómo se inició la crisis política hace 4 años, cuando el partido de hegemonía en el parlamento (fujimorismo), no reconoció su derrota, y en modo venganza (irresponsable), se dedicó a obstaculizar al gobierno ganador y lo destruyó con la vacancia. Le siguió el cierre del congreso (con la anuencia del 90% de la población). Como en películas del FBI el nuevo parlamento vacó al presidente vigente y le sucedió el efímero Merino que fue echado por las movilizaciones, remplazándolo con el actual presidente sitiado, sin fuerza alguna; dejaron al país al borde del caos y el desgobierno. Por ello en estas elecciones no repitamos lo malo.  

Si me preguntas cómo lo evitaremos, mi respuesta es primero alejándose de los movimientos totalitarios, dogmáticos (que obedecen sin titubeos) y segundo no eligiendo a tránsfugas permanentes (se cambian de partidos solo por llegar al parlamento) porque no saben trabajar (nunca lo hicieron). En ese sentido es una equivocación pedir "necesitamos jóvenes al parlamento", mi regla es no generalizar hechos,  porque algunos jóvenes (menores de 40 años) ingresan para hacerse de dinero o a hacer los mandados de sus lideres y votar "ciegamente". Una buena edad debe ser mayores de 45, por cuánto hay experiencia y se puede saber de que "pie cojean": su currículum vitae o su prontuario. La decisión responsable exige estar muy bien INFORMADOS.  Ahora requerimos ciudadanos cívicos activistas, que comuniquen por los medios digitales "la vida de los candidatos". Una manera de filtrar partidos políticos -improvisados- es mirar su propuestas por ejemplo en ciencias y educación; pues son los baluartes para generar conocimiento incorporables a productos capaces de competir en la sociedad del conocimiento actual y que será más exigente en los años venideros:  sin ciencia no hay futuro.


¿Los retos del 2021?

El año infernal nos dejó tres retos: la salud, la economía (empleo), y la sociedad - político (crisis). En lo primero, en vista de la lejanía de la vacuna, tenemos que seguir con nuestro cuidado triple (mascarilla, distancia, lavado). En lo económico (empleo), es impostergable organizarnos para emprender trabajos (usando lo que sabes y con lo que cuentas), nos lo enseñaron nuestros padres o abuelos cuando llegaron a esta Lima sin un sol en el bolsillo; la situación pueda que sea distinta (por la inseguridad);  sin embargo, es lo que tenemos que hacer. Aquí el reto no es solo pedir sino iniciar el trabajo: es nuestro rol como ciudadano, no solo es ir a la calle y pedir al gobierno a que nos resuelva todo. Y en lo socio - político, los políticos tienen que informar a la gente que, no se puede romper la estabilidad económica promoviendo más pobreza, entonces menos ofrecimiento y más realismo. La sociedad necesita ejemplos de castigo a corruptos, y castigos ejemplares a agresores de mujeres: menos impunidad especialmente con los virus de corbata. Pero para limpiar a los partidos, no queda otra que participar en la política, sea creando nuevos movimientos, o integrándose a los sobrevivientes después de las elecciones. Pero ellos deben abrir sus puertas y no creerse los sabelotodo: la antigüedad no es suficiente.


¿El hito del bicentenario?

Este tema es hoy solo una motivación, pues en solo cinco meses, poco se puede hacer; entonces ¿por qué es importante? se preguntará; el hecho es que el nombre tiene gran convocatoria para hacer evaluaciones del presente y mirar futuro: sociedad más ética, igualitaria y productora de conocimiento; donde se tenga muy claro que: a) el conocimiento agrega valor, b) la educación conectada entre el saber y el hacer, c) utilizar el conocimiento local y el universal, d) respeto a las reglas (predictibilidad). En 20 a 25 años se va estar muy próximo a la convergencia tecnológica (unión del bit, átomo, célula-gen, neurona-conciencia). Pero en ese tiempo puede pesar demasiado el cambio climático. Así, el escenario deseable del futuro pasa por incorporar hoy a nuestro cotidiano tres culturas: prospectiva, ciclo de vida y científica. Estas tienen que convertirse en políticas de estado. Esto obliga a incorporar herramientas de mirar futuro (la prospectiva y vigilancia), y estudiar los drivers (impulsores) del futuro (físicos, digitales y biológicos). Ref. [1]  


¿Qué es eso de culturas?

Claro eso merece una aclaración, cultura tiene muchas acepciones, aquella que me gusta mucho, "es la posibilitadora de imposibles", suena medio contradictorio o pareciera lo contrario, puede ser; se refiere a que con la cultura logras advertir que eso era imposible. O se entendería que si la cultura me da información (conocimiento) entonces aquello que yo asumía por mi experiencia o manera de ver las cosas algo posible, pero ahora que aprendí nuevas cosas, era imposible. El ejemplo más contundente, sucede con los astrólogos que decían que tu carácter dependería de la posición de la luna. La ciencia demostró que eso es completamente falso. La cultura lo hizo imposible. Por ello el culto es el informado y para eso hay que estar al tanto de todo (RAE: conocimiento que permite desarrollar tu juicio crítico). La otra acepción es que tiene que ver con todo lo producido por el ser humano (RAE: modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social etc). Hay otra acepción que tiene que ver con la tradición de un pueblo (RAE: manifestaciones que expresa la vida tradicional de un pueblo). Entonces cuando nos referimos a cultura la tenemos que considerar a todo: artes, letras y ciencias, y cómo nos comportamos en el cotidiano. No es correcto referirse como actividades culturales de mi distrito o mi provincia y solo aludir a la tradición, postergando u olvidando el aspecto de la ciencia y tecnología. 

Eso puede parecer sutil, sin embargo se torna perjudicial, por cuanto se pospone aquello que los países de mayor desarrollo en esencia usaron su capacidad transformativa, que se basa en la ciencia y tecnología. O para ser más precisos el bienestar es la conjunción de las dos capacidades que hemos propalado siempre en este espacio: organización y transformación. Eso lo practicaban los incas, pero los españoles impusieron la contemplación (ver a Rostworosky, Ref. [2]); sobre esto el sabio español, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934, Ref. [3]), padre de la neurociencia moderna, predicaba la cultura científica: "Al carro de la cultura española le falta el rueda de la ciencia", igualmente Ramón Núñez Centella (Ref. [4]), director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de la Coruña, España decía: "sin ciencia no hay cultura", porque en el mundo que vivimos el ciudadano enfrente nuevos desafíos relacionados con la ciencia y tecnología. La mayor evidencia de la importancia de la ciencia, como cultura, ha sido la presencia del coronavirus Sars Cov-2, y finalmente la vacuna; nos hemos visto relegados porque no tuvimos instalada una ciencia medianamente desarrollada. Frente a Chile hemos visto el verdadero desnivel de país que tenemos: lejos de capacidades de gestión y de estructuras ligadas con la ciencia y tecnología en todos los niveles. Hoy vemos que se ha generalizado en todas partes del mundo que "sin ciencia no hay futuro".


Chiquián Cultura

Recordando el modo de enseñanza de los maestros de Chiquián (la tierra de maestros) que eran integrales unían el saber con el hacer, hacían planos de sus colegidos, instrumentos de música con materiales caseros, jabones naturales, declamaban, hacían teatro y mucho deporte. Es en esa dirección que el año 2005 me atreví a acuñar a nuestro amado pueblo el de Chiquián Cultura, y puse ese nombre a a mi blog, y es el subtítulo que le he dado a  los libros que surjan de esta esquina, lástima que serán en versión digital (Amazon), y su acceso será por celulares, esto no es ser excluyente, sino que es mucho más barato para el autor convertir su producción en libros, y esa era la razón principal porque no producía los míos; ahora ha llegado el momento de abrir las compuertas de la pluma al mundo digital.


Mensaje de cierre

Para el presente año y viendo la situación del mundo y del Perú, nuestra meta del presente año tiene que ser SOBREVIVIR, y construir, lo subrayo lo primero porque como unidad principal, nuestra familia, nadie estaría dispuesto a posponer la vida de alguno de sus integrantes; entonces, es irreal no poner en primer lugar ese objetivo. La montaña que debemos subir y plantar la bandera en su cima es la sobrevivencia. Hacia ello tenemos que ir juntos. Me recuerdo la hermosa canción del grupo chileno Illapu:

Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron

'Sobreviviendo' dije, 'sobreviviendo'
Todos frente al peligro, sobreviviendo
Tristes y errantes hombres, sobreviviendo

Sobreviviendo, sobreviviendo

Hace tiempo no río como hace tiempo
Y eso que yo reía como un jilguero
Tengo cierta memoria que me lastima
Y no puedo olvidarme lo de Hiroshima
Cuánta tragedia, sobre esta tierra
Hoy que quiero reírme apenas si puedo
Ya no tengo la risa como un jilguero
Ni la paz de los pinos del mes de enero
Ando por este mundo sobreviviendo

Sobreviviendo, sobreviviendo

Sobreviviendo, sobreviviendo

Ya no quiero ser sólo un sobreviviente
Quiero elegir el día para mi muerte
Tengo la carne joven, roja la sangre
La dentadura buena y mi esperma urgente
Quiero la vida de mi cimiente


Para eso tenemos que seguir resistiendo. Con el incremento de mis pesares y dolencias, mi oído me duele y no duermo bien; mi colesterol ha subido aún cuando como menos grasa. Quiero a mi madre viva hoy, no solo su foto. Frente a eso no podemos darnos por vencidos, tenemos que resistir. Claro que sí Dúo dinámico:

Cuando sienta miedo del silencio
Cuando cueste mantenerme en pie
Cuando se rebelen los recuerdos
Y me pongan contra la pared

Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie


Referencias:

1. Schwab Klaus, La cuarta revolución industrial, Debate, España, 2016.

2. Rostorowsky Maria, Historia del tahuantinsuyo, IEP, Lima, 1988.

3.  Santiago Ramón y Cajal: https://www.nytimes.com/2017/02/17/science/santiago-ramon-y-cajal-beautiful-brain.html?hpw&rref=science&action=click&pgtype=Homepage&module=well-region&region=bottom-well&WT.nav=bottom-well

4. Ramón Núñez: https://elpais.com/diario/2008/03/04/sociedad/1204585206_850215.html

 

 

La Pluma del Viento

Lima, 3 de enero de 2021

 

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