Día del trabajo y el camino incierto
-Parece que hoy no
va a haber irradiación, como estaba programado-. Sin dirigirse a alguno en especial.
-Walter inició la
respuesta: es verdad, lo comunicaron ayer por la tarde. Entonces le dio pie a Andrés
a continuar con su idea que le había incomodado luego de saber dicha
postergación por medio WhatsApp el día de ayer jueves.
Esta improvisada
suspensión de la irradiación, demuestra que, en esa organización dedicada a la
ciencia, no le dan importancia real a las actividades relacionadas con la
investigación, parece que solo les interesaría el uso comercial. Qué les
costaba, trasladar el programa de irradiaciones un día antes, al jueves si es
que el viernes iba a suspenderse por la visita del ente fiscalizador. Pero esto
lo hemos aceptado sin decir nada, simplemente aceptamos cualquier directiva sin
cuestionar, aun cuando ella sea sorpresiva y equivocada. Esto que parece “normal”
en realidad está reflejando el reciente sentir de la organización y de la
sociedad peruana. Parece que se está generalizando el hecho de aceptar
sin “incomodidad” las reiteradas decisiones del gobierno completamente erradas
(designación de ministros reiterativamente carentes de preparación), eso añadido
a las palabras del presidente que sorprenden por su ignorancia, la última “la guerra
entre Croacia y Rusia”. No cuestionamos nada porque hay tantas decisiones
erradas que a pesar de las advertencias siguen produciéndose. Entonces la gente
parece aceptar que así te quejes todo va a seguir igual, y hasta lo peor si
haces esa advertencia serás señalado como opositor y por tanto sufrirás represalias.
Esto es estamos en una creciente crisis total y no se ven posibilidades de
acuerdo para salir de la misma.
Esta escena es solo una
demostración del ambiente en el que recibimos este día del trabajo (uno de
mayo). Con el actual gobierno el camino del país y en especial del trabajador es
de incertidumbre y pobreza. Adicionalmente a lo interno desde afuera ha venido
la guerra entre Ucrania y Rusia, provocando el alza de los combustibles, la escasez
de nutrientes eso ha provocado una escalada de reclamos de los transportistas,
agricultores y ahora los mineros. Todos los días se muestran decisiones erradas
en todos los sectores, pero el gobierno sigue incólume sin cambiar a su
gabinete. Todos le dicen que el país está en la UCI y requiere de
especialistas. Pero contrariamente repletan de improvisados en todas las
organizaciones y a pesar de ello la ciudadanía parece no impórtale nada, como que
todos miran su sobrevivencia callados en sus hogares, cuando ya estás en
emergencia y no tienes que comer, entonces no te queda otra que salir a las
calles. Como qué importa recibir palos si la nave del país se va al
despeñadero. Veo que los que tienen
salarios de Estado no se atreven a levantar la voz ni a cuestionar, porque al
fin y al cabo tienen un salario asegurado. El gran problema es para los que
trabajan informalmente y la propia industria que su efecto es la disminución de
la inversión y la pérdida de empleo.
El circulo perverso de la
pobreza es (independiente de la ideología): el Estado no da disposiciones
adecuadas; eso aleja la inversión de la industria (empresas); eso disminuye el
empleo; eso aumenta la pobreza. Pero al decir Estado tenemos que incluir al
poder legislativo no solo es el ejecutivo, aunque este último es el principal
por tener al presidente de la república.
Entonces frente al
recorrido inexorable del derrumbe de nuestra barca – Perú, tenemos que hacer
algo, aun cuando se vea que el ambiente interno y externo, nos debilitan y
hasta nos adormecen. En lo interno tenemos que mirar hacia otros líderes, los
jugados y con pergaminos o cargos no pueden ser los abanderados ahora. Una de las
razones por las que la gente no se adhiere porque dudan: “¿en manos de quién
caeremos luego del presente?”, “¿no será peor que el actual?”. Eso se evidencia
cuando las movilizaciones de los que se oponen al gobierno tienen como caras
visibles a los mismos de antes: Castillo, Flores, Mulder, Moyano, García etc.
Todos ellos están comprometidos con casos de corrupción, clientelismo sectario.
Entonces la mayoría queda decepcionada y prefieren no manifestarse y dejar que la
barca siga su recorrido macabro a la destrucción.
Aunque es comprensible
ese comportamiento, no es justificable, por ello nuestro rol mínimamente debe
ser de mantener el fuego de la preocupación, del seguimiento y de la propuesta.
El grupo pequeño en el trabajo debería mantenerse, luego hacer público sus
puntos de vista mediante redes sociales. Lo mismo podría hacerse con grupos de
ciudadanos del distrito. Y también en el hogar, haciéndose solidarios con las
dificultades y colaborar por sobrellevar la crisis. Fortalecer la esperanza, si
muchos reman contra la corriente, seguro que la barca no caerá y habrá otras
oportunidades para salir adelante.
Este día del trabajo mantengamos
la llama de la justicia y el bienestar por todos especialmente de los más
necesitados.
La Pluma del Viento
Lima, 1 de mayo de 2022
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