DÍA DE LA MADRE: ESPERANZA Y ALEGRÍA



Hoy domingo 14 de mayo es día de la madre. Entonces recordar es volver a la niñez, luego al presente y pensar en el incierto futuro. Cuando vemos a nuestros contemporáneos es reconocer que el tiempo pasa muy rápido. Ayer nuestra madre estaba con nosotros hoy solo nos acompaña su imagen, imperecedera, presente y eterna.

Dado el paso del tiempo reconocemos que para este día no lo haremos como un niño, tampoco como el joven ágil y aguerrido, hoy somos adultos denominados mayores. En esta situación ¿cómo es la celebración del día de la madre hoy?. Nuestras madres cercanas familiares y amigos, suelen ser tátara-abuelas, bisabuelas o abuelas. Qué diferencia cuando éramos niños y todo nuestro entorno solían ser madres jóvenes. Siempre hoy como otros aniversarios nos interesa reflexionar sobre  ¿cómo ellas ven el mundo, cómo ven a los hijos, cómo ven la vida? Y desde allí ¿cómo aspiran sea celebrado este día de la madre?. 

Responder estas preguntas sin ser un afinado estudioso del ser humano, podría ser un atrevimiento. Mi respuesta es muy sencilla, que para eso basta con ser hijo, y dejarse llevar por lo que tu baúl de recuerdos te provea. Tratando que haya más emoción que ecuación, más sentimiento que conocimiento. Es decir más conciencia y menos ciencia.

En nuestra memoria está que la madre nos representa vida, origen, amor, sencilles y lucha. Para explicarlo nos basta ser hijos y describir lo que sabemos y sentimos sea en su presencia o ausencia. 

Si niños, están los días en la escuela desde jardín a colegio, portando una flor roja o blanca en el pecho; o declamando el poema bien entrenado delante de todo los alumnos en la actuación del día de la madre, o cantando aquellas estrofas que hacían llorar a las madres asistentes, o los disfraces para las actuaciones en el teatro en infinidad de fechas, o la preparación de los fiambres para las clases al rio o en las bien organizadas excursiones. Tras estas actividades blandas nuestra madres también hacían trabajo duros, sembrar, ordeñar, criar animales, cocinar, limpiar la casa, lavar y planchar las ropas, y bajo el sol del atardecer junto a las vecinas tejer diariamente gorritos o chompitas. Cómo lo hacían, qué tiempo disponían, qué los impulsaba, solo una que sus niños sean felices, que no les falte nada y sobre todo que sean disciplinados y estudiosos.

Cuando jóvenes y adolescentes, buscábamos la independencia, demostrándoles soberbia, desdén, descuido y hasta insolencia. La libertad de la juventud nos llevaba a no hacer lo que decían, sino a lo contrario. Preferíamos buscar en la calle y los amigos nuevos caminos de la vida. Sin embargo, la madre persistía, a pesar de todo, incluso nos castigaba, aunque eso le provocará dolor, sufrimiento y desvelos.

Cuando adultos, nuestras madres se enorgullecían de nuestros logros, con esfuerzo y levantándose tras caídas,  aprendimos a hacer nuestros caminos, pronto llegaron los nietos y ellas volvían a ser las madres plenas de cariño y delicadeza. En sus ojos veíamos la dicha de cómo nuestras familias crecían y la alegría que llevaban en cada visita; sedían a cualquier capricho de los nietos o bisnietos a fin de que ellos se diviertan y se alegren en sus visitas.

Pero el tiempo que es inexorable, les trae dificultades para leer, caminar, dormir y las pastillas a diario les traen efectos secundarios que tienen que sobrellevar, como que la memoria empieza a deteriorarse. Entonces, cómo divertirlas, cómo tranquilizarlas, o cómo compartir la vida con alegría.

Hoy en este aniversario de la madre, debe ser un día de quiebra de costumbres erradas que tenemos frente a ellas. Hoy es momento para decirles independiente de la edad de ella, de lo mucho que la amamos, que estamos agradecidos por su dedicación, y que siempre hemos pensado en compartir mas tiempo con ella. Por eso hoy vamos a salir mamá, hoy tu nieto te recitará un poema que aprendió en el jardín, en la escuela. Quiero hoy que estés alegre, que seas feliz, para eso hemos venido todos. Hoy quiero ser el hijo que tenías en mente, y sé que el tiempo pasa, y que mereces todo nuestro cariño y cuidado porque lo diste todo por nosotros. 

Hoy mamá te engreiremos como debía hacerlo todos los años y todos los días. 

Feliz día mamá y feliz día hermana Chole, Nili y madres de la familia en primer lugar, y también hago extensivo mis saludos a las madres amigas que viven en Chiquián, Lima, Perú y el extranjero. 



La Pluma del Viento
Lima, 14 de mayo de 2023


 






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