EL CONFLICTO DE LA GUERRA DE COREA Y LA RESPONSABILIDAD DE LOS LÍDERES
Durante los recientes días, las páginas de periódicos,
noticieros de radio y tv, nos han presentado, con ángulos diversos el Conflicto
de la Guerra, entre Corea del Norte contra Corea del Sur y su
aliado Estados Unidos.
Esta preocupación se reflejó en la mesa
redonda luego de nuestra reunión sabatina deportiva, allí alguien preguntó:¿qué
hay en la cabeza del jefe norcoreano, Kim Jongun, de 30 años, para derramar
tanto odio, y sabiendo que habría muchos muertos, arriesgar con esta declaración
de guerra de carácter nuclear?”.
Entonces, tratando de dar alguna explicación a
esta situación, planteamos la siguiente reflexión. En primer lugar, recordábamos
que en el Perú a la fecha (2013), hay alrededor de 240 conflictos pendientes de
solución según la defensoría del pueblo. Igualmente volvió a nuestra memoria los escalofriantes sucesos que tuvimos en el
Perú tuvimos: Bagua (30 muertos), La Parada (4 muertos). Mostraron cómo el
hombre (y la mujer) pueden tener tanta crueldad, ensañamiento y desprecio por la vida, tal como muestra el
jefe surcoreano.
En segundo lugar, reconocimos que solemos,
llegar a la conclusión rápida que, la solución está en la EDUCACION, (casi
todos los problemas los llevamos a la educación), decimos con firmeza: debemos
enseñar al niño y futuro adulto, a ser tolerante, reflexivo, paciente, y
responsable, con ello llegaría a tomar las decisiones o acciones del cual anhelamos.
A pesar que la educación siempre será parte de
la solución, y está en las raíces de
casi todos los problemas. Sin embargo, cuando siempre repetimos educación, y educación, más
bien podríamos estar usando este término, no para avanzar mucho, sino por el
contrario se convertiría en un escudo que impide ver otros factores, que facilitarían
la solución de manera más concreta o coadyuvarían a la solución desde otra óptica.
Así, mi propuesta es que una de las causas principales a este comportamiento,
de autoritarismo, corrupción, tráfico de drogas y enriquecimiento ilícito, está
en el comportamiento de los LÍDERES, de modo que reiterar la educación, a
todo, ocultamos la responsabilidad de
los líderes.
Los líderes son personas que tienen un
colectivo que los sigue (Lead: guiar), ellos son los que conducen partidos,
sindicatos, parroquias, jefes de gobiernos locales, regionales y nacionales. Ellos
ejercen ese liderazgo, o deberían ejercerla, mediante el ejemplo, más que
mediante el juego de palabras. Recordemos el pensamiento cacero de mucha
veracidad: “No oigo tus palabras porque tus hechos hablan más fuerte”.
Así cuando un líder roba, mata, usa el poder
para corromper las instituciones del estado, para enriquecerse, etc, es natural que escojan como sus
inmediatos a personas de similares comportamientos, afines a sus fechorías, imposibilitados
a cuestionarles sus ilícitas acciones, de lo contrario, perderían su calidad de
“confianza”, consecuentemente serían despedidos y hasta destruidos con la
mentira y el chantaje. Consecuentemente no permiten que entre a su cercanía,
jóvenes con fojas intachables de moral y honor, y reiterarán en los mismos “avezados”.
La juventud decente no cuenta en el entorno de los líderes negativos.
Contrariamente y siguiendo esa lógica, el LIDER
(POSITIVO) que es honesto, limpio, “cuya
vida cotidiana es un ejemplo permanente”, se reunirá de honestos, sus
inmediatos practicarán esa limpieza, porque
de otro modo, “el que delinca saldrá del entorno”, excluido de manera natural,
así se construirá una pirámide de honestos, de gente que condena las malas
prácticas, que rechaza la gestión corrupta. Aceptará jóvenes con esa
aspiración. De estos comportamientos de liderazgo vale mucho el refrán: “dime
con quién andas y te diré quién eres”.
Así para concluir, si buscamos explicar el comportamiento horrendo
de ciudadanos hay una gran responsabilidad de los líderes actuales, por ello
cuando somos jóvenes no deberíamos ingresar, a esos partidos, movimientos,
grupos o iglesias, que tiene como conductor principal, a un líder del mal (negativo), porque más temprano
que tarde, caerás en esa red y no saldrás más, porque ellos saben cómo
chantajearte en caso pretendieras salir tal como lo hacía Montesinos.
Busquemos desde el inicio líderes o lideresas,
que tengan como práctica de vida rutinaria la honestidad, la limpieza, seguro que
así, disminuirán los conflictos, los sucesos de muerte, declaración de guerra
irresponsables, que suelen llevarnos los líderes negativos.
Es inaceptable, por decir risible, que cuando
la prensa hurga en la vida de estos líderes, sus adláteres chillan desgarrándose
la piel:“no se metan con su vida privada”. La pregunta cae de maduro:¿a dónde
se demostraría mejor el verdadero comportamiento, si no es en su hogar, con su
pareja, con sus hijos?. El líder tiene que demostrar su liderazgo positivo en todos los actos de su vida. En el hogar y
en el trabajo. El líder político (público)
tiene como tarea principal el servir y ser ejemplo permanente.
En una semana próxima a la semana santa cierro
el espacio recordando un mensaje de Jesucristo. “Aquel que quiere ser el
primero, debe ser el último. Si quieres mandar, primero tienes que servir”.
La Pluma del Viento
Lima, 7 de abril de 2013.
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