LA VALÍA DEL ESCEPTICISMO

La joven tesista, Joselyn Bell, de la Universidad de Cambridge, tuvo una noche especial en 1967, ella insistía en revisar los datos, las comprobaba, una y otra vez. Y, el resultado de la señal se mantenía: 1.3373 s de duración, que se repetía cada 0.04 s, y las mismas coordenadas celestes de 19:19.21 grados de declinación. Su director de tesis el profesor Anthony Hewish, la miró con asombro, no había dudas era una señal de radio que provenía del espacio con una regularidad imposible. Pero, siguiendo la cultura del medio, se les pasó por la mente la pregunta: ¿será una señal extraterrestre?. Porqué no, se respodieron, entonces, que tal el nombre LGM-1 (Little Green Man: Pequeño hombre verde), de acuerdo se dijeron, es entretenido, y las iniciales suenan a grandeza. Sonrieron y el trabajo continuó. A diferencia de otros resultados parecidos, en Rusia, en 1961, los funcionarios salieron a hacerlo público, y de...