Un inesperado ceviche

 La ciudad es inmensa pero lo es más cuando sales para un lugar y resulta que está ocupado, entonces:

- voy a dar una vuelta al regreso debe estar ocupado

La hora no cuenta es sábado 30 de julio, los "turistas" aún no vuelven a Lima, los que quedamos en la ciudad despiertan tarde, por lo durante la mañana el tráfico es bajo cosa que agrada; ver las calles carentes de vehículos, aire puro y sin ruido, dejan caminar cómodos, y casi sin notarlo me había alejado bastante del lugar del taller en San Martin de Porres, ahora estaba por Pueblo Libre, como suelo repetir:

- el auto va en piloto automático, él decide a donde voy

Ingresé por la plaza La Bandera, y salí por la venida Sucre, raudo cruces la Bolívar, siguiendo en modo automático, noté que el vehículo me llevada directo al Bolivariano

- No, ahí no, es muy temprano y solo no da.

continué pero sin darme tiempo giré a la izquierda con destino a Queirolo, pero tampoco me convenció por la hora tan temprana, por lo que continué hacia la avenida Brasil, y por ahí rápidamente llegué a la avenida del Ejercito, por lo que en seguida me encontré en descenso a la playa.

- El mar que bello y gigante pero creo me alejé demasiado regresaré.

Por la vía de la playa regresé por el camino a San Miguel, el auto en "autónomo" recordó que el destino a estas horas de medio día y con las brisas marinas la mente exigía un ceviche, por lo que con el auto llegamos a Piscis, menos mal que tenía espacio para estacionarse. A la entrada me recibió una amable joven por su tono era venezolana, me roció la mano con alcohol y me acompaño a una mesa. El restaurante estaba casi vacío de fondo música peruana, reflejaba el ambiente de fiestas patrias. Cómo estaba de pasada le pedí directo sin ver la carta,

- Ceviche carretillero por favor con ají normal

Ante su duda, como si no conociera el nombre, le recalqué: ceviche con chicharon. Ah, eso se llama ceviche guerrero.

Desde hace 3 o 6 o 9 meses que no paso por aquí, he asistido al local de Ingeniería, y sí note que la mayoría de los que atienden al publico son venezolanos, en el fondo quisiera que fueran trabajadores peruanos, pues siento que le quitan oportunidades, sin embargo, hay que reconocer que tratan muy bien, y seguro que se contentan con el sueldo mínimo, por eso los inmigrantes venezolanos han arrasado con la mayoría de puestos de trabajo con atención al público.  

Mientras espero mi plato y el sol sigue abriendose paso entre las nubes invernales de Lima, registro este recorrido. Casi olvidé que salí para lavar el motor del carro, cosa que lo haré pero despues de probar este rico plato que ya llegó.

La Pluma del Viento

San Miguel, 30 de julio de 2022

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