DIALOGO POR LA PAZ Y EL DESARROLLO DE CHIQUIÁN

No puede haber desarrollo en una organización, si ella está persistentemente en riña y conflicto. La paz es condición fundamental, para el progreso, pero la paz, no significa que no existan discusiones, intercambio de ideas, por el contrario eso es necesario y enriquecedor.
 
 
Similarmente no puede haber desarrollo en una ciudad que se mantiene en conflicto permanente, y si la ciudad es pequeña la situación es más sensible, y empeora si en el conflicto participa la máxima autoridad, elegida por el pueblo.
Eso lo hemos visto en Lima, a pesar de ser una gran ciudad. Pues se gastan energías, tiempo, dinero, en menoscabo de las grandes necesidades que tiene la ciudad como son: seguridad, limpieza, transporte, energía  y otros servicios.

Por eso los ciudadanos habitantes de la ciudad, afectados por esta situación, tienen no solo el derecho de exigir que eso termine, sino también el deber de buscar la solución. 

Así para el conflicto creciente entre el Alcalde de la Provincia de Bolognesi y el Presidente de la Comunidad Campesina de Chiquián, también nos asiste el deber y derecho de intervenir en tanto somos ciudadanos nacidos en Chiquián, aún cuando vivamos en Lima, y porque adicionalmente tenemos casas, familiares o chacras y porque nos interesa vivamente el desarrollo del pueblo que nos vio nacer y al cual vamos con frecuencia, y nos gusta que ella esté cada vez mejor, y que sus pobladores tengan mejores condiciones de vida.

Pero ese conflicto se deber resolver en primer lugar por los caminos de la razón y no de la fuerza. Los caminos de la razón, comienzan en el diálogo, el cual se sustenta en reconocer que ambos tienen sus razones.

Pero antes que sus razones, y considerando que son representantes de importantes instituciones de la capital de la provincia de Bolognesi, está el bienestar de los habitantes de la ciudad de Chiquián y la Provincia.  Así, nuestros esfuerzos deberían estar orientados a crear condiciones para que ocurra un encuentro donde se pueda resolver este conflicto y caminar hacia el desarrollo.

Pero ese espacio deber ser promovido por personas o instituciones que les generen credibilidad y garantía para que ellos puedan exponer sus puntos de vista y que se pueda llegar a la mejor solución. Una vez reconocidas estas personas o instituciones por ambas partes, debemos darles el apoyo, para cumplan con tranquilidad ese difícil cometido, y finalmente podamos reconocer que el camino para resolver los problemas es el diálogo, y no la fuerza, y que el diálogo se facilita cuando se anteponen objetivos superiores, que tienen que ver con la grandeza de nuestra patria chica, de la tierra de nuestros abuelos y padres, y con el bienestar de los pobladores que hoy la habitan y aman el desarrollo de Chiquián y la Provincia de Bolognesi.

 La Pluma del Viento
Lima, 6 de mayo de 2012

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