MENTE MÍA


Nuestras emociones, motivaciones y conducta, pueden ser incorrectas; sin embargo, no creamos que eso es definitivo. Cierto es que desde el útero de nuestra madre comenzamos a formar nuestra personalidad: emociones desde la infancia, actitud en la niñez y adolescencia y aptitud en todo momento, el conocimiento. Si nuestro entorno social contribuyó dejándonos huellas difíciles; aun así, nuestra mente, que es el motor de todo, puede cambiarnos y mejorarnos. Nada es definitivo, pueden ser latentes nuestra historia pero los detonantes deberíamos controlarlos. 

Dedicarle atención a nuestra mente puede demorar mucho o talvez nunca, porque lo postergamos con el trajín de la vida, de multi-tareas, de 12 a 18 horas de trabajo por día. ¿En qué momento analizamos nuestros pensamientos, emociones, actitudes y aptitudes? ¿Tenemos tiempo para evaluar nuestro comportamiento del día, frente a nuestra familia, nuestro trabajo, o con otras personas? Si no lo hacemos cómo pretendemos corregirnos, cómo aspiraríamos a se mejor. Eso sería imposible, pues seguiríamos actuando como robots. Y así, usamos muy poco de lo que es capaz nuestra mente. Aún cuando tengamos esa costumbre debemos comenzar reconociendo que es posible cambiar y mejorar. 

Entonces, porqué no dedicar tiempo a nuestra mente, sea al final del día o inicio del mismo, hagamos un repaso de nuestros pensamientos, emociones y actitudes. Eso probablemente nos acostumbrará a tenerlo presente durante el día, así el cambio para mejor ocurrirá de todas maneras sin que lo hayamos notado. 

Nuestra mente es un máquina que nos pertenece mas que a nadie, entonces entrenémoslo para nuestra mejora de vida no mañana sino hoy mismo.  

Bienvenido los feriados para "lushpir" mi cocinita.



MENTE MÍA

No te desesperes amigo

trabajando infinitas horas,

quién se preocupará de ti;

 tu mente te pertenece,

si ella domina tu conducta,

ejercítala amístate.

Cuando la noche se imponga,

abre tu mente a tu día día;

cómo fueron tus emociones,

cómo tus actitudes,

con tu familia y con tu trabajo;

no te mientas contigo mismo,

esto malo, aquello bueno.

Toma un papel y regístralos,

pregunta cómo los corregirías;

vendrán las horas de descanso,

tu mente alegre por  considerarla.

Cuando la aurora emerja,

vuelve a tu mente,

repasa lo registrado,

estará ahí la solución,

trata de seguirlas,

Tu mente, tu amiga

aguardará la siguiente cita,

para festejar tu cambio.

¡Gracias mente mía!


Nota:

lushpir: en quechua de mi pueblo. cuando escarbamos con la mano, lo que queda en la olla aquello que resume todo el sabor, es la esencia.

La Pluma del Viento

Lima, 8 de octubre de 2020









Comentarios

Entradas populares de este blog

PACHO SIMBOLO DE LA AMISTAD: ADIOS

Luis Pardo: Hombre Hecho Leyenda

HOMENAJE AL CLUB ATLETICO TARAPACA DE CHIQUIAN