Porqué el RP0 Vuelve a Colaborar con la Educación






Estudiabamos, por 1979, en las aulas del segundo piso, donde ahora es INGEMENT, en la cuadra 14 de la avenida Canadá, el primer curso de Maestría en Energía Nuclear. La mayoría de los estudiantes acabámos de estudiar nuestras carreras en diversas universidades de Lima y algunos departamentos. Nuestros estudios tenían como profesores mayoritariamente a especialistas argentinos, que ya tenian cierta experiencia en manejar reactores de investigación, pero poco en el diseño y construcción de reactores.


El soporte experimental de los cursos mas significativos: Física Nuclear y Física de Reactores, se realizaban en el reactor RPO, que se había puesto a crítico en junio de 1978. Los ambientes se habían construido no hacía mucho, tanto para cobijar el reactor como las aulas. El Perú, se iniciaba en un gran proyecto. El PLAN NUCLEAR INCA, que solo lo conocían las altas autoridades del gobierno militar. Nosotros, estudiantes de las universidades, deseosos de continuar estudiando posgrado y trabajar, vimos como una gran oportunidad iniciar nuestra maestría, en el IPEN. Nuestro ingreso se realizó previo examenes tomados por la Escuela de Posgrado de la UNI, a fines del año 1978.


Luego de la conclusión de maestría, fuimos a continuar estudios de ESPECIALIZACIÓN, encuadrados en el Proyecto Centro Nuclear de Investigaciones de Peru (CNIP) a Buenos Aires. Los casi 20, estudiantes luego de terminar la maestría pasamos a trabajar al IPEN, con caracter laboral de plazo indeterminado. De regreso por los años de 1982, en el IPEN coincidieron, profesionales especialistas en Física Nuclear, como Benjamín Marticorena y Modesto Montoya, posgraduados en Francia. Ellos desde oficinas dedicadas para la Capacitación, promovieron la creación de una Revista denominada INFORME NUCLEAR, con el fin de divulgar, difundir y publicar los articulos que se produjeran en el IPEN.


Así, los estudiantes egresados de maestría, y vueltos, luego, de pasar la Capacitación Específica de varios meses en diversos laboratorios de los Centros Atomicos de Constituyente y Eseiza, en la Argentina, comenzamos a hacer nuestros primeros artículos. Desde las áreas de Aplicaciones, Materia Prima, Seguridad y Reactor RPO, los profesionales jovenes que poblaban el IPEN, plasmaron sus primeros esfuerzos en artículos importantes. Desde algunas lugares de sudamérica pedían la revista. En el RPO, los especialistas en física de reactores, activación neutrónica, control del reactor y termohidraulica, culminaron sus tesis sea de licenciatura o maestría. En poco menos de 4 años, la revista INFORME NUCLEAR se convirtió en el bastión del Conocimiento Nuclear del Perú. Lamentablemente esta revista terminó muy pronto. De ahí habría que pasar muchos años, casi 12 años hasta que surgió lo que hoy se llama REPORTE CIENTIFICO anual. Este lapso puede explicar el porqué, en el IPEN no se acostumbraron a hacer publicaciones. La generación que en esos años, eran jovenes de 22 a 26 años hoy tienen un promedio de 50 años. Los jóvenes que han ingresado en el interin han bajado algo el promedio de total, que bordea los 44 años.


Durante casi 20 años, el RPO no ha producido ningun artículo, ninguna tésis, porque no se le usó para ese fin solo para hacer visitas. Sin embargo, allí está el recordado RPO, ahora a diferencia de los 1978, cuando los elementos combustibles eran tipo varillas, tiene elementos tipo MTR. El reactor RPO, puede todavía trabajar con solvencia, la obra civil, mantiene su robustes, solo faltan los alumnos universitarios haciendo sus trabajos como antes. Pero eso no interesaría, si el Perú, dispusiera de muchos laboratorios en las universidades para hacer experimentación en física nuclear o física de reactores o simulación en reactores.


Pero como la realidad nos dice que las universidades no tienen, entonces es lamentable que teniendo el reactor cerca a las universidades de la gran Lima, no se las use. En mi calidad de profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y a la vez también investigador en el IPEN, no solo tengo el deber, sino el deseo que esta instalación donde hice mi primer artículo publicado en INFORME NUCLEAR, de oportunidades a jóvenes universitarios y también extenderla para que los docentes de los colegios, pasen por este reactor y su Laboratorio Auxiliar, a hacer trabajos relacionados con Física Nuclear, Física de Reactores Nucleares, Instrumentación Nuclear, Activación Neutrónica, Proteccion Radiológica. Compartan con los investigadores de estas áreas, cómo realizan sus trabajos que luego son publicados en revistas, cómo se trata a las radiaciones nucleares, sus beneficios para la paz tales como: neutrones para producir radioisótopos para la medicina, agricultura, industria; energía nuclear pa generar energía limpia; saber como es la protección radiológica. El pequeño reactor nuclear RPO todavía tiene la nobleza de poder contribuir con la educación científica tanto de los estudiantes como de los docentes.


A usted lector, desde mediados del mes de noviembre, le convocamos a formar parte de los estudiantes o docentes o público en general, que han hecho experimentos para comprender mejor las radiaciones provenientes del núcleo de la materia

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