MIGUEL ARELLANO GUADALUPANO
Mañana costeña de esplendoroso sol acompañó tu nacimiento
Impregnando en tu esencia la fuerza para luchar y vencer
Ganaste miles de batallas increíbles
Uniendo honestidad, responsabilidad y amor a la tierra,
Empero el destino ingrato inicia tempestades inexplicables
La vida lozana, fuerte y prolongada es solo una ilusión pasajera
Amar a la familia, a los padres y a la patria es la realidad engrandecedora.
Rodar por la vida remando en contra corriente no es una desgracia es una oportunidad
Encontrar el camino en esas circunstancias es dejar huellas y enseñanzas para todos.
Los logros alcanzados superaron oleadas de dolor y fracasos agazapados en la obscuridad y soledad del desarraigo.
La persistencia en el sueño, en la verdad y en el trabajo coronaron tu esfuerzo.
Ahora, la luz brilla en tu corazón, tus hijos y nietos te saludan sonrientes.
No hay dolor, hoy solo hay alegría, porque el camino se abrió, se iluminó con tu esfuerzo.
Orgullosos tus familiares y amigos gritan a los vientos tu valía, tu amor, y tu entrega.
Gracias guadalupano de celeste inmortal
Un colegio de esa estirpe deja estudiantes ejemplares
Adelante sin temor, es el estandarte que aprendiste en sus aulas
Doblegarse jamás, persistir siempre, acompañaron tu formación. ,
Ahora, ante un difícil obstáculo volverás a lucir la celeste vencedora.
Levantarás al final de la jornada la gloriosa insignia de la G
Una letra, una historia, una vida, una institución inmarcesible
P de Perú, P de Puente Piedra, están en tu pecho, en tu sangre y en tu esencia
Ante ellos la vida es un compromiso, una entrega permanente e impostergable
Nada de llanto, nada de dolores, nunca rendirse.
Oh, celeste!, Oh blanca y roja!. Aquí vive un guadalupano.
La Pluma del Viento
Lima, 23 de octubre de 2016
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