UNA RECOMPENSA INESPERADA EN AREQUIPA
Muchas veces hemos oído frases como “los arequipeños son mala gente” o “no son
afables”, hoy puedo decir que eso no es cierto. Era la quinta sede que visitaba
dando conferencias por la CAF. El primer día –sábado 05/07- los casi 50
participantes habían soportado un trabajo intenso, comenzamos la faena a las
9:00 am y terminamos como a las 19 horas;
Luego este 2° día, domingo (6/7), de
manera similar desde las 9 am hasta las 18 horas; a las 9:25 am, mientras
tomaba la prueba de evaluación, di un “salto” hacia un locutorio cercano para
comunicarme con Lima y abrir puntualmente el espacio radial dominical de El Zaguán de Oro Puquio, donde luego de transmitir a mis oyentes mis primeras
impresiones de la ciudad blanca, muy, muy superficial, saludé a los maestros de
la provincia de Bolognesi y a los de mi casa, por su puesto, (mi padre y hermanas).
En la noche de ayer sábado), mientras preparaba el mensaje de hoy (domingo),
me preguntaba, ¿porqué solo nos recordamos y los
homenajeamos a los maestros de primaria?, ¿qué de los de secundaria, y peor aún
con los de la universidad?. Me di
alguna explicación, será porque el niño (primaria) por su edad esta para
cuidarlos y tratarlos con mas dulzura y delicadeza, mientras que para los de
secundaria, en tanto mas grandecitos, y respondones, antes de tener malas
experiencias, el profesor solo cumple con su materia y por ende la relación es
menos estrecha, esta distancia es mucho mayor en la universidad. Me dormí no
sin antes dar muestras de cierta pena y disconformidad al entenderme y
reconocerme un profesor de universidad, y por ello talvez, sin motivos para los
recuerdos en las memorias de los alumnos.
Así transcurrió el día entre exposiciones frente a la pizarra, indicaciones,
respuestas o consultas durante los trabajos grupales. Mientras ellos trabajaban
me daba, de rato en rato, un tiempo para salir a la azotea del predio donde
estaba el auditorio, y miraba al Misti, altísimo, sin su copo de nieve, sus
pendientes de tierra estéril grisácea oscura, incitaban a pensar y preguntarse
¿a dónde radica su belleza?. Si no tiene árboles, ni caídas de agua, ni
animales, ni flores. ¿Es eso bello?. Entre esas idas y venidas buscando en el
Misti la explicación a su grandeza, comprendí, que su belleza, está en el
significado que el arequipeño tiene de él, es el fondo permanente a cualquier
foto que se tomaron sus abuelos y toda la descendencia, es el símbolo distintivo
de las postales, es la fuente de inspiración de sus poetas y también el cuño de
su valentía y radicalismo.
En medio de esos devaneos, de caminatas caóticas, fui sorprendido por uno de
los alumnos, con la solicitud de otorgarles unos minutos que ellos deseaban
decir algo, siendo tan cortos minutos que se perdería, accedí; pero grande fue
mi sorpresa, cuando uno de ellos se dirigió a mi persona a nombre de todos los
participantes y entregándome un regalo me expresó “feliz día maestro”, ellos
sin saber habían cubierto la nostalgia de ayer y me habían devuelto la alegría
de ser maestro o mas ciertamente profesor, a pesar que solo estuve con ellos 2
días, y como ratificando que el arequipeño es grato me colmaron de alegría
cuando me dedicaron en coro tres hermosas canciones representativas de esta
bella ciudad: Volver, Melgar y Silvia, conteniendo mi emoción agradecí y para
mis adentros quedó burilado que los arequipeños son afables, son gente. Viva
Arequipa.
La Pluma del Viento
Arequipa (aeropuerto), 06 de julio de
2008
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