Ciencia en el Discurso de García 2009: Peras al Olmo
El día de ayer seguramente muchos estuvimos concentrados en el mensaje anual del presidente. Y como suele ocurrir, cada uno saca conclusiones para el sector en el que trabaja. En mi caso soy investigador en física y profesor principal de una universidad pública. Así que mis ojos anduvieron buscando alguna mención hacia la promoción de la ciencia y tecnología o innovación (CTI). El resultado nada de nada de manera explícita. Así, que me puse a buscar algo que indirectamente pueda aparecer como importante la CTI. Los que trabajamos en este campo no somos ciudadanos ni de 3ª ni de 1ª categoría, simplemente somos ciudadanos igual que todos, que sienten y piensan como peruanos. Y desde esta condición quisiera opinar sobre el discurso, por esta vía libre, en tanto los medios masivos están prácticamente vetados para los “locos científicos”.
Si alguien me pide evaluar una gestión, antes exijo, ¿Qué se le encargó?. ¿Cuál fue el plan que se comprometió realizar?. Si no conocemos ese plan o no existe, entonces, ¿cómo podemos decir si lo hizo bien, regular o mal?. Ahí, reside el problema principal, al no existir este plan, todo gobierno hace lo que quiere o puede y nosotros finalmente no tenemos otra cosa que aceptar. Esta carencia hace con que cada ciudadano evalúe el discurso en función al suyo (a su propio plan). Por eso en los comentarios de los diarios o todos tienen razón o no hay acuerdo. Los opinantes en los medios de comunicación masivos oral o escrito o de TV son todos especialistas en ciencias sociales o humanas. Ninguno es físico, químico, matemático, o biólogo. Es decir que el núcleo duro de las ciencias naturales, nunca está en la vitrina del periodista. Sin embargo cuando se trata de hablar de futuro y del desarrollo todos concuerdan de la importancia de la ciencia y tecnología (CYT). Esto en la práctica, significa una consideración de ciudadanos de 3er o 4to nivel. Por eso tal vez deberíamos encontrar una curva del diablo y en lugar de arcos y flechas salir con nuestros microscopios, computadores, reactor nuclear y enfrentarnos a la policía. Solo así seríamos escuchados.
Pero yendo al tema de fondo, ¿Qué quiere el ciudadano de ciencias para mejorar su contribución al progreso del Perú?. Esa es la pregunta que la comunidad científica no ha sabido construir y menos canalizar. Esto se nota, cuando preguntamos a nuestros colegas al respecto. Las propuestas que a veces salen a la prensa son la mayoría de carácter personal, nunca colectiva. Esa carencia de propuestas colectivas, en el ámbito de las ciencias es mas notoria. Por eso mas habla de ciencias el abogado, economista o militar. Nuestra formación universitaria escasa en gestión y política lo explica largamente pero no la justifica. Si somos ciudadanos igual que cualquiera, pues debemos ser capaces, también de plantearla y comunicarla a las instancias pertinentes. Cosa que no lo hacemos salvo a las vísperas de algún proceso electoral. Entonces andamos tras los candidatos tratando de ganarnos algún espacio, pero exclusivamente para asumir algún cargo pero no para hacer planteamientos colectivos. Los planteamientos en ciencias en el país son mas bien individuales y clientelistas, que colectivos y trascendentes.
Si alguien me pide evaluar una gestión, antes exijo, ¿Qué se le encargó?. ¿Cuál fue el plan que se comprometió realizar?. Si no conocemos ese plan o no existe, entonces, ¿cómo podemos decir si lo hizo bien, regular o mal?. Ahí, reside el problema principal, al no existir este plan, todo gobierno hace lo que quiere o puede y nosotros finalmente no tenemos otra cosa que aceptar. Esta carencia hace con que cada ciudadano evalúe el discurso en función al suyo (a su propio plan). Por eso en los comentarios de los diarios o todos tienen razón o no hay acuerdo. Los opinantes en los medios de comunicación masivos oral o escrito o de TV son todos especialistas en ciencias sociales o humanas. Ninguno es físico, químico, matemático, o biólogo. Es decir que el núcleo duro de las ciencias naturales, nunca está en la vitrina del periodista. Sin embargo cuando se trata de hablar de futuro y del desarrollo todos concuerdan de la importancia de la ciencia y tecnología (CYT). Esto en la práctica, significa una consideración de ciudadanos de 3er o 4to nivel. Por eso tal vez deberíamos encontrar una curva del diablo y en lugar de arcos y flechas salir con nuestros microscopios, computadores, reactor nuclear y enfrentarnos a la policía. Solo así seríamos escuchados.
Pero yendo al tema de fondo, ¿Qué quiere el ciudadano de ciencias para mejorar su contribución al progreso del Perú?. Esa es la pregunta que la comunidad científica no ha sabido construir y menos canalizar. Esto se nota, cuando preguntamos a nuestros colegas al respecto. Las propuestas que a veces salen a la prensa son la mayoría de carácter personal, nunca colectiva. Esa carencia de propuestas colectivas, en el ámbito de las ciencias es mas notoria. Por eso mas habla de ciencias el abogado, economista o militar. Nuestra formación universitaria escasa en gestión y política lo explica largamente pero no la justifica. Si somos ciudadanos igual que cualquiera, pues debemos ser capaces, también de plantearla y comunicarla a las instancias pertinentes. Cosa que no lo hacemos salvo a las vísperas de algún proceso electoral. Entonces andamos tras los candidatos tratando de ganarnos algún espacio, pero exclusivamente para asumir algún cargo pero no para hacer planteamientos colectivos. Los planteamientos en ciencias en el país son mas bien individuales y clientelistas, que colectivos y trascendentes.
Mirando el 2021, discutamos institucional o regional o nacionalmente, para alcanzar una propuesta sólida. Y empujemos su efectivización, de otro modo seguiremos pidiendo peras al olmo en cada discurso de 28 de julio. Propongo como adelanto, trabajar paralelamente dos aspectos: 1) El aporte productivo de la ciencia, y 2) La reforma del estado en el ámbito científico. El primero debe mirar la optimización de recursos o capitales, para generar impacto en la mayor productividad del país, está mas referido al corto plazo, la eficiencia e innovación. Mientras que el segundo tiene que ver con aspectos mas políticos, de un lado reorganizar completamente las instituciones de CTI actuales; crear una nueva institución que rija la ciencia nacional; definir el plan estratégico 2021 basado en los escenarios que se jugarán en los siguientes 15 a 30 años.
El resultado final sería: Un Plan Nacional de Ciencia y Tecnología; Un ministerio de ciencia; Laboratorios Nacionales; Plan de Carrera del Investigador; Presupuesto de 1% del PBI. Esa sería la única manera para repotenciar la ciencia nacional que parece mas informal que profesional, cosa que se refleja en todos los indicadores de CYT internacionales.
Lima 30 de julio de 2009
Lima 30 de julio de 2009
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