PAPÁ ANTUCO Y MAMÁ LUCHI
Están en nuestros corazones
Les recordamos cada mañana
Tomando el desayuno
De leche y café
De panes y mantequilla de Chiquián
Y de excelsos paris dominicales
Sus ojos verdes de Papá Antuco
Y las
incansables manos de Mamá Luchi
Iluminan nuestros caminos
Sus recuerdos, fotos, cartas y sabiduría
Son bálsamos de fortaleza permanente
En tiempos de incertidumbre y zozobra
Papá Antuco maestro transformador de
pueblos
Incansable innovador de metodologías
Estandarte de tus alumnos de
Huayllacayán, Chiquián y LLaclla
Visitador preocupado de tus amigos
Gestionador insistente de obras por tu
provincia
Ejecutor clásico chiquiano de mandolina
y guitarra
Cuentista sabroso de anécdotas en
quechua
A tu lado aprendimos a gustar del
estudio
A confiar en la educación transformadora
A amar a nuestro pueblo y sus costumbres
De tu elocuencia cogimos algunos retazos
Para
juguetear con los números y las letras.
Mamá Luchi Andarita de chirimoyas y
paltas
Nacida en el ande de sol y rocíos
Inundaste amor a los hijos de tus
entrañas
Valiente ave que construyó su nido con
pétalos de flores
Emblema de trabajo, honestidad y
humildad
Recordamos nuestra infancia de vaquitas
y frutas.
Savia madre alquimista de motivaciones y
disciplina
Afrontaste los temporales humanos con
divino perdón
Remaste en aguas bravías con sudor y
lágrimas
Impregnaste con tu sencillez que el
valor está en el corazón
Ahora que la vida se sacude en tormentas
inexplicables
Estar con ustedes nos revive fortalezas
y esperanzas
Ustedes nos enseñaron a enfrentar
dificultades y vencerlas
Vinimos del ande de nieves y prados
Traemos sangre de bolognesinos
indomables
De amantes de las ciencias y humanidades
La barca se remece pero llegaremos a la
orilla
Y desde ahí nuevamente les abrazaremos
Agradecidos por su vida y enseñanzas
Papá Antuco y mamá Luchi
Ustedes viven eternamente en nuestras
mentes y corazones
Acucho
Lima, 26 de diciembre de 2020
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