EL AÑO NUEVO: MAS EDUCACIÓN Y MAS TRABAJO
Al fin de año e inicio de uno NUEVO todos los caminos
nos llevan a “enviar saludos, deseos sinceros de bienestar, de mejores
momentos, de ÉXITO, para el amigo (a) que es saludado”, por tanto en esta oportunidad
no podría ser distinto. También tengo los deseos de hacer lo mismo. Sin embargo, tratando de ser coherente con la
ciencia pensé que todos los años solemos decir lo mismo a la persona que estimamos o incluso lo hacemos a veces por puro compromiso, como sucede cuando se reúnen los trabajadores de la dirección junto al jefe.
Por eso volvieron a mi mente las preguntas: ¿y los deseos del año
pasado, se cumplieron?, y ¿de los años anteriores se cumplieron?. Consecuentemente,
¿los deseos de este año seguirán el mismo fin de los anteriores?. Así, ¿Cuánta
valides tiene el dar estos deseos nuevamente?. ¿No sería mejor cambiar de expresiones por otras más realistas?.
Con esa intensión me puse a pensar si habrían regularidades que las personas seguirían para obtener el éxtio: ¿habrán comportamientos,
conductas, similitudes, entre los Bill Gates, Henry Ford, Añaños, Tomas Alva
Edison, Vargas Llosa?. Con eso no quiero decir que el éxito es equivalente a
obtener necesariamente dinero, sino, planteo que estos personajes exitosos seguramente
tienen algunas características similares, que si las identificamos y practicamos seguramente estaríamos más próximos a alcanzar el éxito. Y entonces eso desearíamos compartir con nuestros amigos y familiares cada año, en lugar de decirles el estribillo usual: “que todos tus deseos se cumplan”.
Estudiar esas regularidades o “leyes”, es practicar el
método científico reduccionista que siguen la ciencias duras, como la física,
por ejemplo, que en esencia dice que: “existen leyes básicas en base a ellas se
puede explicar todo comportamiento de la naturaleza”. Claro, no pretendo usar
el lenguaje que las ciencias naturales utilizan que es la matemática. Sino, quiero
rescatar el sentir del método que: “también habrían algunas leyes que conducen al
éxito de las personas”, y su búsqueda en primer lugar tendría que basarse en
hurgar las vidas de esas personalidades que lograron aquello que
consideramos “éxito”.
Así es cómo ayer, mientras pensaba en mi participación
en el programa de hoy, y la coincidencia del año nuevo, me pareció muy repetitivo y simple
decirnos todos los años, “feliz año nuevo y que todos tus deseos se cumplan”.
Por tanto, a cambio, me propuse invitarlos a
ustedes estimados oyentes, a reflexionar, sobre estas “leyes”, que estarían
tras el éxito.
Con eso en mente me aproximé a las librerías, con
sinceridad no soy proclive a comprar los libros de autoayuda, que repletan sus
anaqueles, pues tengo una repulsa por su carácter extremadamente comercial, y
que sus ventas se basan en la esperanza del lector de encontrar la fórmula
mágica, de llegar al éxito, a ser rico, en un abrir y cerrar de ojos, de la manera mas fácil y sin esfuerzo.
Mi intensión era encontrar alguno que fuera escrito hace unos 50 años o mas, a fin de comparar sus puntos de vistas con la realidad actual, en la intención de “estimar si sus propuestas son reglas, regularidades de ayer y hoy”, y por tanto tienen proximidad a ser “leyes”, pues son duraderas. Así ubiqué, por casualidad, de tantos que revisé, el de Napoleón Hill, “Las Leyes del Éxito”, escrito en 1920. Tiene 750 páginas. Su propuesta se basó en el análisis de las regularidades de casi 100 hombres y mujeres que alcanzaron el éxito en sus respectivas profesiones.
Mi intensión era encontrar alguno que fuera escrito hace unos 50 años o mas, a fin de comparar sus puntos de vistas con la realidad actual, en la intención de “estimar si sus propuestas son reglas, regularidades de ayer y hoy”, y por tanto tienen proximidad a ser “leyes”, pues son duraderas. Así ubiqué, por casualidad, de tantos que revisé, el de Napoleón Hill, “Las Leyes del Éxito”, escrito en 1920. Tiene 750 páginas. Su propuesta se basó en el análisis de las regularidades de casi 100 hombres y mujeres que alcanzaron el éxito en sus respectivas profesiones.
No voy a resumirles lo que allí dice, tan solo, coincidir
con una de las leyes que se establece, y tiene que ver con el esfuerzo
desplegado. Que, no hay persona exitosa que no haya trabajado o dedicado su
tiempo más allá de lo que el promedio de la gente lo hace. Y, ligado a refiere aquello del empleado que
hace más para lo que se le paga.
Me vino a la mente, el esfuerzo que
mucha gente hace hoy estudiando los viernes por la noche y los sábados o domingos,
mientras que otros se divierten o descansan hasta altas horas de la mañana.
Ese
esfuerzo dedicado a la educación, sí o sí, va a ser recompensado, porque en su
trabajo, algún día tendrá un jefe que, priorice el mérito, entonces preguntará, “¿el Sr. Xyz, tiene
mucha dedicación, lo puede llamar a mi oficina?”, y cuando lo entreviste y sepa
del esfuerzo que hace para estar mejor preparado, para hacer mejor sus funciones,
incluso haciendo más de aquello para lo que se le paga, inmediatamente lo tomará en cuenta y lo
promoverá, o lo “nombrará de jefe”, consecuentemente obtendrá, no solo una
mejora económica sino, mas “reconocimiento”, así, su reputación profesional se
incrementará y la rueda virtuosa crecerá y posiblemente ese buen jefe
viendo su rendimiento, no pretenderá que ese trabajador se fuera para la
competencia. Por ello, “cuánto más esfuerzo
hagas por la educación, mejores oportunidades obtendrás”. Es una ley del éxito,
y la otra se resumen en, “hacer más de aquello para lo que te pagan”.
Esta, entonces, sería mi propuesta para ustedes estimada
audiencia, en el próximo año : sacrificarse por la educación, es una
inversión, y esforzarse por trabajar cada vez mejor.
Eso está de nuestra parte, estamos libres de hacerlo, nadie nos lo impide. Mientras que ir en sentido contrario, hacia lo menos, si es penado, por ello en tanto libres y amando la libertad, les deseo mas estudio y mejor trabajo. Con ello la rueda virtuosa del éxito correrá a nuestro favor.
Eso está de nuestra parte, estamos libres de hacerlo, nadie nos lo impide. Mientras que ir en sentido contrario, hacia lo menos, si es penado, por ello en tanto libres y amando la libertad, les deseo mas estudio y mejor trabajo. Con ello la rueda virtuosa del éxito correrá a nuestro favor.
Cierro la ventana citando algunos mensajes del libro de
Napoléon Hill:
Hay diez
debilidades de las que la mayoría de nosotros debe guardarse. Una de ellas es
el hábito de intentar cosechar antes de haber sembrado, y las otras nueve se
incluyen todas en la práctica de crear excusas para ocultar el error que
cometemos.
He estado
pensando durante más de 25 años en el
privilegio de prestar un mayor y menor servicio que aquel para el que a
uno le pagan, y mis pensamientos me han llevado a la conclusión de que una sola
hora al día dedicada a prestar un servicio para el que no se nos paga puede
traernos mayores beneficios que los recibidos en todo lo restante de un día en
el que únicamente cumplimos con nuestro deber.
Una persona
educada es aquella que ha aprendido a conseguir todo lo que necesita sin
conculcar los derechos de sus semejantes. La educación viene de dentro y se
puede obtener mediante la lucha, el esfuerzo y el pensamiento.
Es cierto que
uno puede tener un éxito mayor y más rápido si ayuda a los demás a tener éxito.
El trabajo que
se realiza con un espíritu de amor suele ser mayor en cantidad y calidad que
aquel que se hace únicamente por dinero.
Entre las cosas
que pretendes “eliminar” en tus propósitos del Año Nuevo, ¡incluye la palabra
“imposible”!.
Lima,
29 de diciembre de 2013
El audio :
http://www.4shared.com/music/8KJ7z-_M/Ao_2014.html
http://www.4shared.com/account/home.jsp#dir=RQuy9tr-
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