LA NAVIDAD PROMUEVE LA COLABORACIÓN: FELIZ NAVIDAD CHIQUIÁN, HUASTA Y AQUIA
Cuando vienen los tiempos de
navidad, reaparecen en la mente nuestra niñez, vuelven las tiendas del jirón
comercio, plagados de adornos navideños, ahí estaban los Bizetti, Abundio, Machuca,
Alvarado, desde sus puertas y escaparates destacaban los mejores regalos.
Mientras eso sucedía afuera, en
casa, en alguna esquina de la sala, o el comedor, estaban bien adornados los
nacimientos, de pasto natural o artificial, en el medio, en la posición
central, destacaba la cuna del niño, acompañado de sus padres y reyes magos.
No se sentía frío, todo era calidez
cuando se oían los villancicos cantados
por los niños del colegio San José de Piura, o los Toribianitos, o los de Huaraz,
o los de Viena, son los discos traídos por nuestros hermanos que estudiaban en
Lima, invadían sublimemente el ambiente.
Nosotros con 5 o 6 añitos, habíamos
estado pensando y mirando, qué regalos le pediríamos a “Papá Noel”. Finalmente,
en la noche buena, lo escribíamos en una cartita antes de dormir y los depositábamos
debajo de las imágenes del pequeño santuario que teníamos en casa.
Al día siguiente, 25, salíamos desde
la mañana a la puerta, a la calle, para
jugar con ellos, junto a nuestros amiguitos de la cuadra.
Mi madre, muy trabajadora, se había
esforzado todo el año, para que esta fecha, el chancho esté colgado en el
terrado, para hacer los chicharrones, rellenos, gash-gash, manteca, también
había amasado panes, en la panadería de don Cuni, y por su puesto las latas de
manjar blanco, con la leche de sus vaquitas, estaban listas, para que sus hijos
estudiantes en Lima, se sientan contentos cuando vengan de vacaciones.
Es decir que, en mi niñez en
navidad en Chiquián, nunca me percaté, qué les ocurría a los niñitos que no
recibían alguna regalito, o que no tenían el desayuno de chocolate y panes.
Ahora, pasado los años, y viendo
el esfuerzo que hace Víctor Tadeo, trato de imaginar, qué sentiría el niñito
que no recibía el regalo de navidad, seguro que también, él observaba los
regalos en las tiendas grandes o en la menores alrededor del mercado de abastos.
Y, cuando llegaba la mañana del 25, seguro desde alguna distancia, miraba cómo
esos otros niños sí tenían regalos que él también deseaba.
Habría sentido frustración,
dolor, y tal vez cólera hacia sus padres
que no le compraron, o rabia por los niños que sí los tenían. Ellos no
entenderían qué significaba los salarios, el no poder comprarlos. Su lamento
interno habría sido grande.
Entonces, ahora que veo el
esfuerzo de Víctor y su equipo de colaboradores, que llevarán juguetes,
chocolate, panetones, provocará en los niños más necesitados, que seguro hay
muchos, alegría, risas, gritos, ambiente de algarabía, que es lo característicos
de la navidad.
Así, los niños construirán con su
mente y manos, los ambientes soñados, ahora con sus carritos, muñequitas,
platitos, aviones, héroes fantásticos, subirán las pircas, cocinarán con las
plantitas naturales en sus chacras de mishay, pariantana, cucuna, ninán,
pampan, huasta y aquia, mientras acompañen a sus padres, en la chacmeada, en el
sembrío, o en el ordeño. La felicidad que les provocará ese pequeño regalo,
será inmenso, sus frustraciones, postergaciones y cólera disminuirán.
Claro, la cantidad de regalos que
lleve Víctor, no abastecerán a todos, pero llevará las contribuciones de
aquellos que desearon que nuestros niños de Chiquián, Huasta y Aquia, no tengan
dolor en ese hermoso día de navidad por falta de un juguete, pequeño o grande.
Como dice Víctor, con solo hacer
llegar un sol, será suficiente, pues lo que importa es la colaboración. Basta llamara al teléfono al 975556447 o
llevar algo a la dirección de Las Palmeras 5550. Desde allí, el día 20
saldremos en caravana a Chiquián para volver a ser niño en esta navidad.
Buen trabajo Víctor, don Alicho y
Pablito. Lo que vale es el esfuerzo que le ponen. Eso, la comunidad de
residentes en Lima, de Chiquián, Huasta y Aquia, los reconocerá apoyándolos con
sus contribuciones para llevar alegría a nuestros niños y ancianos.
La Pluma del Viento
La Pluma del Viento
Lima, 7 de diciembre de 2014
Lima, 7 de diciembre de 2014
Entrevista con don Alejandro Aldave Montoro:
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