EL PROGRAMA: JUBILADOS CONOCIMIENTO
Muchas personas se jubilan muy tempranamente aun
cuando hay mucho de conocimiento y energía todavía para continuar dando su
contribución al desarrollo del país. Sobre este tema la ciencia está
destruyendo prejuicios sobre los mayores. Un ejemplo es el común dicho por el
mercado, "viejos e inadaptables", a personas que podrían tener mejor
rendimiento si no padecieran precisamente de esa discriminación. En la revista
“The Economist de febrero, 2006 (http://www.economist.com/printedition/2006-02-18
)” se puso en su tapa el título curioso: "Cómo manejar una fuerza de
trabajo envejecida". Donde hace notar este preocupante tema en los países
centrales: la jubilación de los baby boomers (la generación nacida después de
la Segunda Guerra, en la década de los 50 y 60, y que es más numerosa que
cualquiera que la haya precedido).
¿Cuál es el motivo de tal preocupación?. Se calcula
que en los próximos 25 años quedará un vacío importante en la fuerza laboral
calificada, al punto que en Japón se retirarán casi 10 millones de personas y
la Unión Europea perderá casi un cuarto de sus trabajadores (25%). Esta pérdida
de recursos humanos se considera como una pérdida de habilidades difícilmente
reemplazables, esto ha llevado a Suiza y Suecia, por ejemplo, a ofrecer a las
personas a posponer su jubilación o a que trabajen medio tiempo.
Esta pérdida de recursos claves a nivel laboral
parece contradecir una serie de criterios acerca de la incapacidad laboral de
las personas de mayor edad, tema que deberíamos encarar con más seriedad en
nuestro país, en nuestra provincia y en nuestra familia o grupo más cercano.
En nuestro país es notorio observar que los
jubilados tienen dificultades para hallar trabajo. El mercado los considera
como "viejos".
Sobre este tema en la literatura internacional se
disponen de resultados de investigaciones que permiten contrastar los
prejuicios con los conocimientos científicos. Nada parece indicar claramente
qué significa haber envejecido en cada rol laboral. Indudablemente, no
significa lo mismo ser futbolista o bailarín de ballet que investigador,
maestro de primaria, secundaria o docente universitario, a la hora de
considerar la edad y sus implicancias en el desarrollo y aporte en cada tema.
Los ejemplos de discriminación por edad en el
trabajo se presentan tanto en los chistes o burlas hacia la presunta
incapacidad de los mayores, como en las actitudes cotidianas que se efectúa,
ellos se dirigen a acciones o programas que miran solo su jubilación, en lugar
de su desarrollo laboral y productividad. En la práctica no hay preocupación
por el reentrenamiento, o enseñanza en nuevas tareas o aprovechamiento de su
experiencia. Así los estereotipos negativos acerca de las
personas mayores, influyen en el retiro temprano de sus trabajos a pesar de
estar en buen estado físico y mental, y, para quienes continúan trabajando se
ejerce una influencia negativa en las expectativas de su desempeño laboral.
Aun cuando existe evidencia de ciertos declives en
el funcionamiento físico y cognitivo, no se ha podido demostrar que esto incida
en el desempeño laboral. Esta evidencia sin embargo, no ha conseguido demoler
este prejuicio tanto en los empleadores como en los mismos trabajadores. A
pesar que está probado que la esperanza de vida se ha extendido, con el aporte
de la ciencia y tecnología, y que el conocimiento se puede acceder de manera libre
mediante internet y acceso en línea.
Los cambios cognitivos a nivel de la memoria o del
lenguaje suelen ser sobredimensionados. Hay muy poca diferencia en las
funciones intelectuales a lo largo de la adultez, excepto en temas de velocidad
y tiempo de reacción. Sin embargo, ninguno de estos cambios no tienen una
influencia tan gravitatoria como las producidas por los significados
prejuiciosos que se le otorga al comportamiento de las personas de mayor edad
dentro de los ámbitos laborales.
Algunas investigaciones señalan que, cuando una
persona mayor tenía un problema de memoria, éste era concebido como una falta
de capacidad, mientras que cuando se producía en una persona más joven, era
tomado como una falta de esfuerzo.
Con respecto a los cambios físicos, se suele
considerar que las personas de edad enferman más y por ello tienen mayores
niveles de ausentismo. Llamativamente las investigaciones más serias realizadas
desde los años 70 hasta la fecha dicen que no hay evidencia que así sea y que
los promedios son semejantes a los de otras edades. También se menciona que las
personas mayores suelen ser más puntuales, más estables y conscientes de sus
obligaciones. Otra investigación señala que mientras que los mayores tardan más
tiempo en recuperarse de un accidente, las personas más jóvenes se lastiman más
seguidas.
Otro de los prejuicios existentes es el relativo a
los cambios con la edad. Se supone así a los de mayor edad inadaptables,
incapaces de aprender o cerrados. Se ha demostrado en diversas investigaciones
que la inadaptabilidad es fruto de las bajas expectativas que tienen los
empleadores con respecto a los trabajadores más viejos, razón por la cual no
les brindan programas de entrenamiento. Los trabajadores de más de 55 años
tienen menos posibilidades de recibir capacitación para mejorar sus destrezas
que los de otras edades. Esta falta de oportunidades los priva de oportunidades
de éxito y de sentir que dominan su campo, lo cual provoca una desvinculación
progresiva de sus trabajos que legitima, desde un lado y el otro, los
estereotipos culturales con respecto a las personas de edad.
Es válido rescatar que desde hace más de una década
una serie de empresas multinacionales de primer nivel comenzaron a experimentar
el reentrenamiento a personas mayores con gran éxito.
Finalmente queremos concluir diciendo que:
- Busquemos oportunidades para que los jubilados
puedan reencontrar trabajo. Somos conscientes que si pueden ejercer con calidad
nuevos retos. Para esto "la unión hace la fuerza” es indispensable. El nuevo
gobierno, cualquiera que salga, puede tener un gran apoyo de los jubilados si
se les promueve espacios para su participación. Seguramente no se sentirá
defraudada.
- Para el caso de nuestra provincia, en particular,
Chiquián, tenemos una gran cantidad de jubilados en educación, ingeniería,
administración, fuerzas armadas, salud. Con seguridad su conocimiento puede ser
aprovechado en diversas áreas. Hoy con las facilidades que presta la sociedad
de la información, muchos de ellos podrían trabajar, desde su casa o en
ambientes adaptados, que les facilite seguridad y menos trajín. El ejemplo
claro es el espacio de radio del doctor Huerta, en RPP, cuando diariamente sale
a las 11 de la mañana hablando desde Washington. Lo mismo podría hacerse desde
Lima a Chiquián o a otros distritos.
- Este programa que lo podríamos llamar “Jubilados
Conocimiento”, donde ellos compartirían su conocimiento según su especialidad
desde su casa, de acuerdo a programa debidamente estructurado. Esta actividad
se podría coordinar con la Casa de la Cultura de Chiquián que está en
surgimiento, bajo la conducción del Profesor Aynor. Y seguro contaría con el
apoyo del Alcalde el Ing. Anibal Bazán. Sería una novedad a nivel nacional,
porque este tipo de programas no existen y seguro tendríamos apoyo masivo, pues
a todos nos gusta compartir los que sabemos a lo que le hemos dedicado nuestra
vida.
Espero mantener contacto con los amigos jubilados o
por jubilarse, a fin de implementar este proyecto con apoyo de la cooperación
técnica nacional o internacional.
La Pluma del Viento
Lima, 17 de Enero de 2016
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