CONSTRUIR NUESTRA FELICIDAD

¿Se puede hablar de felicidad en nuestros tiempos de incertidumbre generalizada?, me pregunto cada día,  de qué depende alcanzarla. No creo que tenga la total cuenta otros. Siento que depende más de uno mismo. Las veces que he leído al respecto siempre tratan de decirnos que ella no se alcanza con dinero y más dinero o con  ingentes bienes materiales únicamente (en otras palabras la felicidad no se compra). Y como ejemplo ponen el número creciente de suicidios en países denominados desarrollados. Por lo que estaría más ligado a tu sentir interno a cómo logras la calma, la tranquilidad en tu vida cotidiana junto a tus familiares, amigos, es decir con los que te rodean. 

Pero acaso ver pobreza, robos, inseguridad, corrupción no generan un ambiente imposible de separarlo, y por tanto son mas bien el cultivo de pesimismo y desesperación. También es cierto, pero ocurre que cada uno podría ser parte de un felicidad construible, que se inicia con uno mismo, y para ello los  caminos parecen conocidos o lo han dicho muchas personas: seguir con esfuerzo una senda recta, alejado del mal (o malos hábitos). Esto se detecta por el hecho que en la soledad y silencio sientes que te genera alegría y paz en el corazón, cuando luego del esfuerzo, no tienes culpas por pagar.

Pero también tenemos que reforzar nuestra fuente de sabiduría interior mediante la constante información adecuada, buscar, leer, estudiar, sin tregua, para desde ahí, "robar", extraer cuadros importantes, enseñanzas fructíferas. Nada es nuevo, alguien ha expuesto algo que te sea útil, usa libros, pero no gastes el poco dinero que tengas, aunque si puedes cómpralos (aunque sea digital). Abramos los oídos a los consejos de nuestros padres que por su amor siempre son sinceros y oportunos. 

Así construir nuestra felicidad pasa por construir nuestra vida orientada a la paz, la alegría, la nobleza y  la reflexión.  No tenemos que copiar ni envidiar la situación del bienestar de otros, sé tu mismo, con tus caídas y levantadas sigue adelante, nunca perdamos el entusiasmo y la esperanza, porque aun hay tiempo para seguir amando y buscando alegría.

La Pluma del Viento

Lima, 16 de agosto de 2022