IVÁN LLAMAS REACTORISTA TE RECORDAREMOS SIEMPRE

 




Incomodan las noticias tristes al inicio del año. Cuando el mundo se alegra, porqué a algunos nos tocan las tristes.
Vivimos en un camino que concluye con la inexorable muerte, es cierto,  pero nunca estamos preparados para soportarlo sin dolor.
Ante nuestra memoria aún está fresco el día que Iván ingresó al IPEN como joven ingeniero electrónico (UNI) para dedicarle toda su vida a los reactores nucleares RP0 y RP10.
Nuclear en esencia, formado con dedicación en el Centro Superior de Estudio Nucleares del Perú, luego en Argentina en los centros atómicos de Constituyentes y Eseiza.

Los años de juventud que pasaste en el reactor RP0, dejaron para nosotros recuerdos de tu profesionalismo y seriedad en el trabajo que emprendías.
Luego en los viajes fuera del país, compartimos en extendidas tertulias las inquietudes por hacer de nuestro IPEN, la mejor institución, empero siempre se interpusieron personajes improvisados.
Anécdotas infinitas guardamos de tu persona,  en el trabajo, deporte, aniversarios, o en la mesas durante el almuerzo.
Me recuerdo aquel viaje que hicimos varios peruanos a Uruguay para acompañar a la selección peruana en el inolvidable partido  del Centenario (1981), estabas aún recuperándote de la operación del apéndice, pero así y todo alentamos ese gran triunfo.
Ahora que no estas con nosotros seguro que tu memoria nos acompañará para hacernos pensar, en cómo se (mal)trata, hoy, a los especialistas nucleares que dedican su vida al IPEN.
Sabemos también que la salud se perjudica por diversas razones, pero aquella que es incuestionable es el estrés, y ahí tenemos que apuntar nuestros ojos cuando hay un maltrato prolongado.

Recuerdo como ayer, el 7 de julio de 1991, cuando a las 4 de la mañana el equipo de peruanos y argentinos pusimos a crítico el reactor RP0, y tú en calidad de operador, cuando cambiamos el combustible de tipo lápiz a MTR.
En otra oportunidad, buscando incrementar el uso del reactor, tuvimos que operar el RP10 toda la noche  para alcanzar el nivel de flujo neutrónico epitérmico en el tubo tangencial, terminamos la operación a la 7 de la mañana, entonces nos embarcamos por dos vías, y los que seguimos el camino por la Tupac Amaru, terminamos volteándonos en el jeep. Sin duda no era nuestra hora.
Años de usar el reactor RP0 para la formación de los especialistas en reactores nucleares, operadores, mantenedores, físico de reactores, instrumentación y activación neutrónica, hoy ha sido abandonado y repletado por escritorios administrativos y eso seguro te lamentaba.
Cuando este año operemos el reactor RP10 cambiando el combustible de oxido de uranio a siliciuro de uranio, seguro recordaremos tu nombre, tu dedicación, tu trayectoria y quedaremos preocupados porque nuestros especialistas se van sin reconocimiento.
También recordaremos que pese a todo, tenemos el compromiso por sacar adelante el presente de los reactores, y asegurar un mejor futuro, para eso tenemos que formar nuevos cuadros y garantizar su respeto como especialistas.
Otros especialistas te seguirán los pasos porque el camino que nos depara la vida es el mismo, hoy dedicados al reactor, al IPEN, y en el momento menos esperado, nos encontramos de salida, de partida al infinito.
Recordando tu presencia en cada uno de los ambientes del RP0 o de RACSO, pasaremos revista en estos días a nuestra situación y lo que debemos corregir, exigir y no postergar por mas tiempo.
Institucionalmente, tenemos que responder al país, cómo van los reactores, qué se van a hacer con ellos y en especial con nuevos combustibles y 30 años de vida discurridas.
Sabedores de tu situación de salud que se agravó tan rápidamente no pudimos visitarte aún cuando lo sentíamos, y siempre quedamos como mudos testigos que algo teníamos que hacer, y nos mantuvimos lejos creyendo que es un asunto familiar, sin embargo ahora es tiempo para preguntar qué papel jugó la institución.
Todos los que hemos conocido a Iván desde siempre, no aceptamos que en solo 6 meses se nos haya ido, es que no tenemos exámenes suficientemente adecuados para no darnos cuenta de algunos síntomas, cuánta valía tienen los exámenes anuales actuales.
Amamos la ciencia y tecnología nuclear, amamos al IPEN, porque nos da trabajo, y en él estamos mas de 30 años trabajando, entonces al final de nuestra actividad laboral tenemos que devolverle respeto al especialista nuclear, respeto a la meritocracia y sobre todo recuperar el uso de los reactores RP0 y RP10 para los siguientes 30 años.

Ahora que nos has adelantado en el viaje sin retorno, nos queda recordarte como siempre eras, bromista, responsable y colaborador.
Mirando tu recuerdo tenemos la obligación de poner en prioridad nuestra salud frente a la eficiencia del trabajo .
Insensibles nos volvemos por la costumbre del olvido que nos brinda una institución burocrática
Grande es el dolor que hoy sentimos tus colegas, tus compañeros de trabajo, tus amigos de siempre
Orgánicamente te llegarán pésames farisaicos empero tu recuerdo se quedará aquí en el reactor tu casa.

¡Iván, te recordaremos siempre!


La Pluma del Viento
Lima, 2 de enero de 2018

Hoy (2-1-2018) el Ingeniero, Iván Llamas Montoya, falleció

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