TIEMPOS DEL CORONAVIRUS: NO AL PÁNICO SI A LA CIENCIA
Uno de los lugares menos agradables en permanecer, por estos días de pandemia del Covid-19, es un hospital o una clínica. Tienes la sensación de contaminación por doquier, aunque delante tuyo veas pasar orondos a los trabajadores en su mayoría mujeres ataviadas de uniformes pulcros y relucientes. Hoy estoy en una clínica privada, esperando mi turno, son las 7: 40 horas.
Vine repentinamente, por un problema de estómago, para ser tratado por un especialista en gastro. Frente a la ventanilla de atención, la trabajadora me dijo que no había cupos para ningún médico, sino hasta las 16 horas. Me explicó que a pesar de venir temprano, las citas se realizan por teléfono. Entonces le tuve que decir que había intentado llamar por teléfono para la cita, pero fue imposible, así que hoy me tengo que atender como sea, pero en la mañana dada mi situación. Hice un poco de urgencia. Frente a ello, me dijo que llamaría a la secretaria del doctor y ver si me puede dar un adicional. Me advirtió que en este caso usted debería permanecer todas las horas, para ver si se produce la oportunidad, de algún paciente se demora o falle. Acepté, "ahora o nunca, quiero que me vea el especialista", me motivé. Finalmente me dieron la cita adicional, y me dirigí hacia el consultorio. Entregué, mi orden a la secretaria, ella muy amable me señalo el lugar donde debía esperar, no había nadie, era el primero.
Como la espera sería prolongada, saqué mi cuaderno de notas y comencé a escribir, mientras miraba el noticiero en la televisión. Todo se trataba sobre el coronavirus, las noticias eran cada una más alarmante, y con entrevistas telefónicas desde el hogar del contaminado paciente "cero". Y, también habían contactos con residentes en Europa. La sensación era de mayor temor, casi no importaba lo que dijera la ministra, porque en sus salidas, lo único que repetía, "estamos preparados", y salía siempre con una persona al lado que enseñaba cómo lavarse las manos. Sentí, que ha perdido credibilidad la ministra, porque los contaminados han llamado infinidad de veces al numero promovido 113 y no le contestaron adecuadamente. Luego una señora cuya hija tenía indicios del virus, fue hacia una clínica privada, y le cobraron 1700 soles para tomarle la prueba, cuando no debía cobrarle nada, porque el análisis lo hace el instituto de saluda del país. Lo que la clínica debía hacer era solo tomarle la muestra y enviarla al INS. Estas noticias, mostraban que andamos mal, en la organización. Igualmente, algunos entrevistados decían que el aeropuerto era una "coladera", solo te preguntaban si tenían síntomas.
Como la espera sería prolongada, saqué mi cuaderno de notas y comencé a escribir, mientras miraba el noticiero en la televisión. Todo se trataba sobre el coronavirus, las noticias eran cada una más alarmante, y con entrevistas telefónicas desde el hogar del contaminado paciente "cero". Y, también habían contactos con residentes en Europa. La sensación era de mayor temor, casi no importaba lo que dijera la ministra, porque en sus salidas, lo único que repetía, "estamos preparados", y salía siempre con una persona al lado que enseñaba cómo lavarse las manos. Sentí, que ha perdido credibilidad la ministra, porque los contaminados han llamado infinidad de veces al numero promovido 113 y no le contestaron adecuadamente. Luego una señora cuya hija tenía indicios del virus, fue hacia una clínica privada, y le cobraron 1700 soles para tomarle la prueba, cuando no debía cobrarle nada, porque el análisis lo hace el instituto de saluda del país. Lo que la clínica debía hacer era solo tomarle la muestra y enviarla al INS. Estas noticias, mostraban que andamos mal, en la organización. Igualmente, algunos entrevistados decían que el aeropuerto era una "coladera", solo te preguntaban si tenían síntomas.
La mayoría mientras espera tu turno, usa los celulares, así veía que en los grupos donde estoy, la mayoría pasaban mensajes y comentarios, desde Europa y declaraciones, que mostraban una realidad "escalofriante", inmovilizados frente a la exponencial contaminación del virus en Italia. Parecía que eso es lo que nos esperaría. Encerrándonos en nuestras casas, y saliendo a abastecernos solo algunos. Sin embargo, logré ver la imagen del diario La Republica, donde muestran un gráfico del numero de contaminados en dos países, China e Italia, y allí se nota que China tiene solo 19 nuevos casos contaminados. Eso es una señal completa, total, que dice que una China de 1400 millones de habitantes, solo tiene 19 casos nuevos. Quiere decir que resolvieron el problema, por tanto se debe REPLICAR lo que ellos han echo. INMOVILIZAR el lugar fuente. Parece que Italia, no hizo eso.
Tambien, pude observar que, hay comentarios que basan los hechos a una suerte de CONSPIRACIÒN, de China para con otros paìses. Y, eso no tiene bases creíbles, porque nadie va a organizar algo para destruirse. Estas "conspiraciones" son frecuentemente lucrativas, cuando la gente necesita explicación, y las más fáciles de entender son estas, y no las científicas. Lo concreto hasta ahora, es reconocer que los virus, en un 60% provienen de los animales silvestres o domésticos. Infecta a unas 1000 millones de personas y matan a 2. 6 millones anualmente, principalmente en los países pobres. Esto seguirá ocurriendo, sin embargo el ser humano con su inteligencia, será capaz de resolverlo. En los laboratorios del mundo, está el reto de crear técnicas para diagnosticar esto en menos tiempo (30 minutos por ejemplo) o las vacunas. Confiemos en la ciencia y cumplamos con la recomendación principal: limpieza, evitar contactos con desconocidos, y si nos ocurre la contaminación, inmovilizarnos en nuestra casa. No al pánico.
Cuando estaba escribiendo estas líneas, la secretaria, llamó, Zuñiga, era el único que esperaba. Me atendieron como el primero, cuando esperaba ser el último, las cosas agradables que suceden a pesar de todo.
La Pluma del Viento
Pueblo Libre, 10 de marzo de 2020
Una interesante presentación:
DUDAS SOBRE EL CORONAVIRUS
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